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Voto de El Despotricador Cinéfilo:
5
Cine negro. Thriller. Drama Julien Tavernier, héroe de la guerra de Indochina, trabaja para el industrial Simon Carala, y es el amante de su esposa, Florence. Para poder vivir juntos, los amantes deciden matar al marido de modo que parezca un suicidio, pero ocurre algo que no estaba previsto... (FILMAFFINITY)
22 de setiembre de 2011
13 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Por qué será que cada vez que nos enfrentamos a una película de la "Nouvelle Vague" tenemos tendencia a encumbrarla como Obra Maestra y a considerarla un referente de la cultura popular cinematográfica europea? ¿Por qué todo lo que huele -o habría que decir tufa- a "Nouvelle Vague" tiene ese tufillo pseudointelectual repelente y pretencioso tan típico de los autores franceses de este movimiento?

Pues bien, a pesar de estar ya a estas alturas de mi vida muy escaldado por los bodrios insufribles de la nueva ola francesa de los 50 y 60, me enfrenté a este "Ascensor para el cadalso" con mucha ilusión, pues Louis Malle es, junto a Truffaut, el único autor no soberanamente coñazo de estos creadores de tedio, desesperación y aburrimiento. Sabía que Malle no me decepcionaría y que su película sería al menos entretenida. Pues bien, ¡qué equivocado estaba!: a pesar de empezar francamente bien, con mucho interés, ritmo, acción y suspense, acababa regododeándose en los peores tópicos del cine francés de esos años.

A los 30 minutos de metraje toda la energía, acción y fuerza de la película (digna del mejor Hitchcock, al que implícitamente homenajea) se diluye totalmente y queda solo una sucesión de planos interminables que muestran la angustia del rostro de Jeanne Moreau (a lo que Hitchcock hubiese dedicado 25 segundos Malle le dedica 25 minutos), incoherencias ridículas y brutales en el guión, situaciones completamente irreales e inverosímiles, reflexiones pseudofilosóficas que encima no conducen a nada ni hacen avanzar la acción, música jazzística machacona e inadecuada y, lo peor de todo, insufribles y trascendentales diálogos entre personajes cuyo único interés reside en ver cómo crece la hierba tras ellos; de ahí que se eternicen dichos diálogos.

Ay, entiendo que era la primera película de Malle y que estaba todavía demasiado influenciado e inspirado por Godard y compañía, pero ¡cuantísimo ganó este director cuando empezó a hacer su propio cine lejos de esas nefastas y obsoletas influencias!

www.eldespotricadorcinefilo.com
El Despotricador Cinéfilo
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