Resulta un híbrido extraño ver “La chica en la telaraña” (2018) con Claire Foy como una Lisbeth Salander sin el adn de anteriores versiones, con una dirección a ratos algo torpe considerando que la historia pese a ser forzada en algunos momentos e inconexa, pudo ser mejor llevada así como el perfil de sus personajes emblemáticos que, además de un casting criticable, naufragan para terminar convirtiéndola en una película cualquiera.

Ya no está Stieg Larsson, solo se usan sus personajes. Tampoco están Michael Nyqvist y Noomi Rapace o incluso David Fincher y su versión con Daniel Craig, Rooney Mara que alcanzó un estándar más que digno para una reversión a gran escala de la saga “Millenium”. Acá apenas hay chispazos de un thriller que usa ropajes ajenos y está lejos de llenar expectativas.

Para los fans de la saga, esta extensión innecesaria y forzada ni siquiera será considerada como parte de las andanzas de la chica del dragón tatuado. Esto es entendible porque pudo ser mejor en el papel de una novela pero en el cine es una desilusión. Carece del ritmo, la intensidad y los extremos del gen original, alcanzando meras insinuaciones y amagos de un potencial que no se concreta.

Para Claire Foy las instrucciones de dar un giro en el perfil de la investigadora limítrofe no son afortunadas. No en esos zapatos, no con cuatro películas anteriores del personaje en un mismo tono. Ella con 35 años y Sverrir Gudnason de 40 no son lo que se espera de la dupla que inspira estas historias, que por si fuera poco, quedan reducidas a un policial tipo que pudo ocurrir en cualquier latitud.

El ejercicio de verla es válido pero el diagnóstico, solo puede ser positivo si se olvida la génesis novelesca y de carácter que inspiraron los personajes originales de Stieg Larsson. Siendo así no resulta mala película pero seguirá siendo incompleta y para los seguidores de la saga, una decepción algo anticipable.

Recomendación:
Débil a regular. Funciona mejor si te olvidas que se trata de Lisbeth Salander y la Saga Millenium, porque en rigor no respeta los perfiles de ese origen.

=Cité de Buyinski= www.buyinski.wordpress.com