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España España · Valencia
Voto de Marius:
7
Drama Jean-Claude Carrière coescribe la adaptación de la novela de Atiq Rahimi, también guionista y director, que narra la historia de una mujer, en un país de Oriente Medio, que tiene que quedarse en casa a cuidar de su marido, herido en una reyerta y en estado de coma. La mujer, joven y con dos hijas, alterna el tiempo que pasa en la casa, evitando a las guerrillas que siguen luchando en la calle, con el tiempo que pasa con su tía, una ... [+]
28 de setiembre de 2013
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Atiq Rahimi, escritor afgano afincado en París, dirige la adaptación cinematográfica rodada en farsi de su propia novela, ganadora en 2008 del premio Goncourt, con la valiosa colaboración del guionista Jean-Claude Carrière, en coproducción con varios países europeos.

En la mitología persa, sangue sabur ("la piedra de la paciencia"), es una piedra mágica a la que uno le cuenta sus desgracias, sus sufrimientos, sus miserias, para confiarle todo lo que no nos atrevemos a revelar a los demás… En su inmovilidad, la piedra escucha, absorbe como una esponja todas las palabras, todos los secretos, hasta que un buen día explota… Y ese día, uno queda liberado.

Localizada en alguna parte de Afganistán o "en algún otro lugar desgarrado por la guerra", nos muestra a un hombre inerte con una bala alojada en el cuello, tendido en el suelo sobre una colchoneta. Esa es la piedra a la que una mujer joven y atractiva (su mujer), habla sin saber si es escuchada, mientras en las calles pasan los carros de combate y se suceden los disparos.

La estilización de los personajes denominados "el hombre y "la mujer", la difusa ubicación geográfica, la separación de los espacios hogar/interior, calle/exterior y los incesantes cruces de la línea divisoria en una frenética disyuntiva entre el abandono del tiránico esposo en coma y el apego a la esperanza de un nuevo comienzo, marcan el ritmo de una narración que, basada en un largo monólogo, hábilmente desgranado con un sutil crescendo, resulta hipnótico y sensual. Rahimi rehuye el morbo para utilizar la delicadeza y sutileza, lo cual no resta ni un ápice la capacidad de sobrecoger apoyado en una hermosa fotografía y en una buena interpretación de Golshifteh Farahani (conocida por la película iraní "A propósito de Eli"), que pasa con naturalidad del afecto al resentimiento, de la delicadeza a la violencia.
Marius
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