La más compleja de la saga, enrevesada a más no poder, con muchos errores, incoherencias y paradojas. Pero son errores que perdono porque nunca se me ocurriría ver estas películas como una saga seria de ciencia ficción. Más bien las veo como una entretenidísima saga de aventuras y comedia.

La película empieza donde acababa la anterior, el Delorean viajando hacia el futuro con tres pasajeros abordo.

La visión que se nos muestra del año 2015 en la película es optimista hasta el punto de ser paródica. Coches voladores, aeropatines, robocordones, chaquetas que se secan solas, el hijo de Spielberg dirige Tiburón 19.... ¡¡¡Y para todo eso ya sólo faltan 6 años!!! No sé vosotros pero yo estoy ansioso por ver sale a la venta el primer aeropatín.

También es bastante curioso como el truco de decirle a alguien "Eh! ¿qué es eso de ahí?", para golpearle mientras mira hacia otro lado, funciona perfectamente en 1955, pero en el 2015 está pasado de moda y el malo no pica. Probablemente el truco fue inventado durante la Guerra de Vietnam, por el ejército estadounidense, como último recurso.

¿Y que me decís de los hijos de Marty? ¿Que coño pasa con esa familia? ¿El único normal de los McFly es el jodido Marty? La hija también está interpretada por Michael J. Fox, lo cual confirma lo que yo decía de que esta película no hay que tomársela en serio.

Despues tenemos el apocalíptico Hill Valley alternativo de 1985 en el que Biff es el puto amo. Y aquí empieza realmente el argumento de la película, que es todo el tema del almanaque deportivo, olvidando todo eso de los hijos. Lo único que no cambia es que la trepidante acción sigue sin dejar un respiro. Y por supuesto está de puta madre la forma en que se resuelve esa escena de la azotea.

Y finalmente llega lo más impresionante de la película...