Esta película me produce sentimientos enfrentados. No puedo decir que no me guste, pero sí que es muy decepcionante respecto a las anteriores entregas de la franquicia. Su nivel general se encuentra muy por debajo de lo ya visto.
Y eso que cuenta con un buen comienzo, hasta el anunciado rescate de Jack. También nos ofrece la escena de combate naval más espectacular filmada hasta la fecha.
Pero entre el inicio y el final, ¿qué tenemos? Pues más de una hora de metraje (porque es excesivo a más no poder) en la que la película, al igual que la brújula de Sparrow, pierde el norte.
El argumento, por decirlo de una forma suave, divaga. Entre el rollo de Calipso y toda la sobrante parte de la asamblea de hermanos, transcurre tanto tiempo sin que apenas pase nada, que el film termina aburriendo.
Y eso que le puedo perdonar las idas de olla de los guionistas con tanta fantasía que se les va de las manos, pero no que me aburran. Se hace muy larga y parece que la gran batalla final no lo logra compensar.
Los nuevos personajes no aportan mucho, aunque la aparición de Keith Richards es divertida. Y la vuelta de Barbossa no era necesaria realmente.
Al menos Jack Sparrow está como siempre y divierte cada vez que aparece, pero tarda mucho en salir y parece que tiene menos protagonismo entre tanta gente.
Podría haber estado muchísimo mejor si hubieran planteado de otra forma todo el tramo central, o simplemente durara una hora menos.