Cuando toca criticar una película como esta, siempre lo hago desde el punto de vista de la gracia que me ha hecho.
Pocos valores cinematográficos podemos encontrar en esta sucesión de chistes casi sin argumento, pero lo cierto es que me ha parecido graciosa en general.
Si en la vida real juntamos a un grupo de colegas que se conocen desde niños, que se meten todo el rato los unos con los otros y están siempre haciendo payasadas, pues eso es lo que nos encontramos aquí.
Desde luego se nota que los actores se lo han tenido que pasar bomba haciendo esto, pues está llena de momentos divertidos.
Tenemos a un perro sin cuerdas vocales, a una abuela con flatulencia, un niño de cuatro años que sigue tomando leche materna, un friki con tupé con una mujer mayor y unas hijas macizas, niños pijos y una asistenta china que no se entera de nada. Luego están los cinco amigos, adalides de la comedia americana actual, que no paran de hacer chascarrillos.
También me resulta gracioso el cameo de Steve Buscemi en el parque acuático.
Hay chistes malos, normales y otros realmente hilarantes. Por eso apruebo la película. Cuando una comedia consigue su propósito, aunque esto sea totalmente subjetivo en función del espectador, pues algo bueno tiene que tener.