Reseña de los cinco episodios independientes que conforman la primera temporada.

“El sótano”:
Llegamos con el protagonista a una casa vieja que se cae a pedazos, con un sótano antiguo, pero no se trata para nada de un cuento de terror.
Desde el principio, pica la curiosidad por conocer la historia de Evelyn. Es un relato de ciencia ficción muy fácil de seguir, sin trama enrevesada para ir de lo que va, ni falta que le hace. Echo en falta alguna mejor explicación de por qué pasa lo que pasa, pero en el fondo eso da un poco igual (recordemos por ejemplo “Atrapado en el tiempo”, en ese sentido).
La puesta en escena está bastante conseguida, con un buen diseño de producción. Los actores no están mal, y eso que no recuerdo haber visto a ninguno de ellos antes de esto.
Es un episodio entretenido, sin grandes sorpresas, pero que para durar unos 50 minutos es bastante completo. Y el final es bastante emotivo y bonito, la verdad.

“La eliminatoria”:
Tan solo ver el comienzo ya nos da una pista de que el episodio va a ser bueno, y me refiero a esa estupenda dirección de fotografía mientras acompañamos a estas dos deportistas corriendo por la ciudad.
Aparte del componente fantástico, que está muy bien, es una bonita fábula sobre la vida y cómo se pueden truncar nuestros sueños en tan solo un segundo. También trata de los fuertes vínculos de la amistad. Es un drama humano en el que también es muy curiosa la búsqueda de Tuka por solucionar su situación. Me ha gustado, al tiempo que sorprendido sus malísimas votaciones y críticas. Tal vez sea porque no es muy original y nos recuerda a una muy famosa película, pero bueno, tampoco me parece que haya que poner verde al capítulo solo por eso.

“!Dynoman y Voltio!”:
El veterano actor, recientemente desaparecido, es la única carta en la manga de este capítulo.
El retiro forzoso de su personaje, refuerza la relación con su nieto, el cual no tiene con quien celebrar la fiesta de Halloween.
Para mi gusto, es el peor episodio de esta primera temporada. Además, es un homenaje a los aficionados al cómic, algo que gustará a muchos, pero con lo que yo no me siento demasiado identificado.
El rollo del anillo me parece una soberana tontería. Ya cansa meter tanto superhéroe con calzador en todas partes, y aparte de eso me parece una historia muy poco interesante en general.

“Signos vitales”:
Este cuarto capítulo de la primera temporada, nos habla de la relación de una hija con su madre, que tras un ataque cerebral, pierde ciertas facultades pero al mismo tiempo desarrolla otras.
Nos encontramos aquí con Josh Holloway (“Perdidos”), a quien llevaba demasiado tiempo sin ver en nada interesante. A las dos protagonistas no las conocía.
La historia tarda un poco en arrancar, pero resulta ser bastante más satisfactoria que la del episodio tercero con Robert Forster. Incluye un misterio interesante en la parte final.
Me ha gustado.

“La grieta”:
Este piloto de la Segunda Guerra Mundial que viaja al presente, ofrece el mejor episodio de la primera temporada de estos nuevos cuentos asombrosos.
Tiene un estilo muy de los 80, con un niño como protagonista, que al principio es el único que cree la verdad. Recuerda un poco también a “El experimento Filadelfia”.
Es el capítulo que mejor aprovecha sus 50 minutos contando una historia de ciencia ficción atractiva, que ni se enrolla ni se queda a medio gas.
Hay aventura, fantasía y entretenimiento con buen ritmo. Está claramente por encima de las otras cuatro entregas.