Tras la estupenda “Los ríos de color púrpura”, llegó esta otra adaptación de Jean-Christophe Grangé, y como al parecer Jean Reno encaja muy bien como investigador con carisma, aquí le tenemos de nuevo también.
Al igual que en la mencionada, empezamos con dos tramas aparentemente independientes. El protagonista tarda un buen rato en aparecer, pero es algo que no me molesta demasiado. Reno, con un aspecto diferente, realiza un buen papel, aunque su personaje puede no caernos muy bien.
Pero hay que reconocer que, aunque el cartel engañe, yo diría que Arly Jover tiene mucha más presencia en pantalla que el de “Leon, el profesional”, pero claro, como no es tan conocida, no venden el film por ella.
La verdad es que el argumento es muy interesante, mezclando muchos elementos con la mafia turca como eje central.
Supongo que el mérito lo tiene Grangé, pero la película desde luego engancha. Tiene mucha intriga y buen ritmo, así como algunas buenas escenas de acción y más de una sorpresa inesperada.
Destacaría la ambientación siniestra y oscura de los bajos fondos, y los paisajes del tramo final en Turquía.
Es entretenida y recomendable. Pero eso sí, el interés de la trama va perdiendo un poquito de fuelle según avanza. Cuando se descubre lo que pasa, baja un poquito el nivel.