Es curioso. Esta serie de anime se supone que transcurre en el espacio, y hay naves. Pero, en realidad, tiene muchos más elementos de cine negro y sobre todo de “western”, que de la “space opera” que parece ser al principio.
Con un diseño de personajes cuyo dibujo se nota ya algo desgastado con el paso del tiempo, pero una animación bastante digna, a lo largo de sus 26 episodios tenemos humor, acción y “frikismo” japonés, mientras seguimos a este cazarrecompensas en sus aventuras.
Tiene mucha variedad en sus episodios, y una galería de personajes con personalidad y chulería, que dan pie a situaciones divertidas entre persecución y persecución.
Pero como digo, poca ciencia ficción pura y dura vamos a encontrar aquí, cosa que al fin y al cabo tampoco tiene tanta importancia, aunque me haya llamado mucho la atención.
Después de haberla revisionado, me he dado cuenta de que, casi con toda seguridad, esta serie tuvo que inspirar a Joss Whedon para montar su “Firefly” y su correspondiente película “Serenity”, pues encuentro muchísimos puntos en común.
Por cierto, la película que sacaron con posterioridad, es bastante inferior en general a esta serie, en mi opinión.