Las películas de episodios no siempre gustan a la mayoría. A mí, sin embargo, me suelen llamar la atención y me parecen una buena solución para darle a cada historia su tiempo, sin necesidad de alargar excesivamente buenas ideas pero que no daban para un largometraje.

En este caso, algo las unifica y es esa maldición que lanza un sastre que es despedido cuando confecciona el chaqué que sirve de hilo conductor a las historias.

¿Será verdad? ¿Pesa una maldición sobre dicho traje? Un traje de gala, no lo olvidemos.

Las historias se suceden y a unos les gustarán unas más que otras, a mí personalmente me han encantado las protagonizadas por Ginger Rogers, Charles Laughton y Edward G. Robinson.

Y esa es otra característica de esta película: el plantel de grandes estrellas y en general, grandes actores con el que cuenta.

Hacer notar que el último episodio está protagonizado en exclusiva por actores negros, algo realmente insólito en su momento. Eso y que no ocurre en Manhattan (desdiciendo el título original).

La puntuación media resulta alta y la película muy recomendable; aunque sin el episodio protagonizado por W.C Fields que no fue incluido en la versión que yo he visto (ni al parecer en la que se estrenó en cines).