Es difícil juzgar Tron como película, ya que lo importante aquí es el impacto que tuvo en su momento, por la época de los primeros grandes videojuegos y los "primeros" ordenadores. Si apartamos eso, Tron es un ñordo. Así de claro.

Steven Lisberger guisando y comiendo. Historia base, guión y dirección son suyos. Para la época, el planteamiento era muy atractivo y, sin embargo, fue apaleada por la crítica en su entereza, salvo el apartado visual y sonoro. Luego, Tron se ha convertido en una película de culto, y eso me jode. Que me digan que el vestuario, los efectos especiales y el sonido son la hostia, lo acepto y además lo comparto, pero que me digan que si la película tiene varias lecturas, me repatea. La crítica social de Tron es más simple que el manual de instrucciones de un botijo. Miembros de una sociedad luchando contra un sistema dictatorial, sin más. El tirón que puede tener es su planteamiento, pero una vez asimilado (cosa de un minuto, tal vez dos), la película se vuelve monótona y repetitiva, en lo que es un gran acierto (dudo que sea intencionado), ya que se parece a los juegos de la época.

Jeff Bridges comandando el reparto es siempre una garantía. Aunque se haya llevado el Oscar hace poco, Bridges siempre ha sido un tipo con mucho talento. Aquí incluso él destaca menos de lo habitual, sobretodo porque Lisberger pasa de las interpretaciones olímpicamente para centrarse en lo fuerte de la película (cosa que está bien, pero es casi un insulto teniendo a Bridges). Bruce Boxleitner a triunfado siempre en series de televisión, donde da tiempo a los actores a fundirse con los personajes, pero en el cine, su carrera ha sido bastante desastrosa. No sé quién coño será su agente, pero es un incompetente, porque el hombre no es el puto Paul Newman pero tampoco es Steven Seagal. Del resto de reparto no voy a decir nada, porque para lo que salen, estaría más rato escribiendo sus nombres del que he estado viéndolos en pantalla.

Resumiendo, que es gerundio: me parece de puta madre que Tron sea un referente a nivel visual, pero de ahí a que sea una película de culto va un mundo. Los culturetas de la moda crítica siguen haciendo crecer el mito dejándose llevar por esas corrientes "especializadas" que tanto gustan, y siguen convirtiéndose en uno de los múltiples tumores malignos que hay en el mundo del cine.