Haz click aquí para copiar la URL
España España · L'Olleria ( Valencia )
Voto de Grijander:
8
Terror Una joven (Jessica Harper) ingresa en una exclusiva academia de baile la misma noche en que asesinan a una de las alumnas. La subdirectora del centro es la amable Madame Blank, que brinda a la nueva alumna las comodidades y facilidades necesarias para su aprendizaje. Pero, poco a poco, una atmósfera malsana se va apoderando del lugar, y la estancia de la joven se va convirtiendo en una verdadera pesadilla. (FILMAFFINITY)
19 de setiembre de 2015
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Suspiria es uno de los mayores clásicos del cine de terror de todos los tiempos. Un cuendo de hadas para adultos con el suficiente gore como para ser prohibida en multitud de países y con la suficiente calidad como para ser considerada, a día de hoy, la única película de gore que puede etiquetarse como obra de arte.

Dario Argento, el maestro, dirige Suspiria. Argento quería una película inquietante, que no dejase indiferente a nadie: una historia donde las víctimas fuesen niños. No se le permitió. ¿Qué hizo? Tirar de puertas pequeñas. Renunció a los niños, pero no al hecho de crear el efecto de que todo resultaba infantil, casi "disneyano", dotando de un plus de mal rollo a una película en la que la estética, cercana al expresionismo alemán, mantiene al espectador tan desubicado durante todo el rato que nunca llegamos a saber qué es lo que nos da tan mala espina cuando, a priori, en pantalla no está sucediendo nada. Los vivos colores, obra y gracia del technicolor que se usó para imprimir la película unidos a los tonos vivos que se obtenían de pasar los focos a través de sábanas coloreadas, dan a Suspiria la apariencia de algo en lo que nuestro "yo" infantil tiene mucho que ver, lo que hace que la veamos con otros ojos. La historia, pensada y guionizada por el propio Argento y por su entonces esposa Daría Nicolodi, empieza de una forma apabullante para después relajarse y dejar que el espectador se asiente antes de dar el segundo y definitivo acelerón, consiguiendo tres actos de desigual duración pero de igual relevancia. El gore es una verdadera maravilla y la violencia física y mental golpea con dureza a quien asiste a un espectáculo tan tremendo como valiente para su época. La banda sonora ayuda también a dejar salir al niño que llevamos dentro para comprobar cómo se acojona vivo al darse cuenta, sin que nada esté sucediendo, de que algo va muy, muy mal.

Jessica Harper protagoniza la película y fue elegida porque a Argento le recordaba a Blancanieves, lo que encajaba con su idea de hacer un cuento de terror para adultos. La actriz cumple, a pesar de ciertas debilidades, con su trabajo de ser el vehículo que nos lleva a través de esa academia maldita. Joan Bennett hace una labor estremecedora, poniendo los pelos de punta con cada aparición. Flavio Bucci, en su papel de pianista invidente, está muy notable. Stefania Casini acompaña durante un buen rato a la protagonista y acepta su rol complementario de ésta con la suficiente calidad como par servir de masilla. La aparición de Miguel Bosé es algo que me gustaría mencionar, sin entrar a valorar lo bien o lo mal que lo hace. Bueno, vale, lo hace de pena.

Resumiendo: iluminación viva y opresiva al mismo tiempo, grandes decorados con capacidad para producir claustrofobia, inquietante banda sonora con toques infantiles y mucha sangre, esos son los elementos de Suspiria, una película que es 90% expresionismo alemán y que su director, Dario Argento, consiguió hacer tal y como quería. Suspiria es una maravillosa obra de arte del cine de terror y una de las más influyentes obras del género en su edad adulta.
Grijander
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow