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España España · L'Olleria ( Valencia )
Voto de Grijander:
9
Drama Con sólo catorce años, Antoine Doinel se ve obligado no sólo a ser testigo de los problemas conyugales de sus padres, sino también a soportar las exigencias de un severo profesor. Un día, asustado porque no ha cumplido un castigo impuesto por el maestro, decide hacer novillos con su amigo René. Inesperadamente, ve a su madre en compañía de otro hombre; la culpa y el miedo lo arrastran a una serie de mentiras que poco a poco van calando ... [+]
8 de junio de 2011
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los cuatrocientos golpes es la primera película de François Truffaut en la que aparece 'Antoine Doiniel', personaje conocido por ser el alter ego del director francés. En su carta de presentación, viene acompañado de cine en estado puro.

François Truffaut escribe y dirige Los 400 golpes. El guión es duro, aunque no deja de ser sencillo. Sin embargo, precisamente en esa "pobreza" está la grandeza de la película, por cómo el director francés sabe transmitir la cruda realidad de manera simpática. Truffaut dibuja un escenario en el que los matices son los que marcan el camino, tirando líneas lógicas que parten de situaciones corrientes y desembocan en finales no tan normales, y lo hace sin despeinar a ningún espectador. El genio francés, que tenía 27 años cuando filmó Los 400 golpes, mueve la película al son de una vieja canción o de una leyenda de pueblo. Parece contar parte de la historia de lo que pasó hace años en un pequeño pueblo o en un barrio cualquiera. Es precisamente en el brillante desarrollo de un hecho tan natural donde reside parte de la magia de esta pequeña obra maestra. Sin embargo, lo bueno no termina ahí, y Truffaut también se descubre como un mago de la planificación. Cámaras sujetas a puntos fijos que se mueven sobre su eje y una capacidad para entrelazar planos soberbia, se unen a unos planos secuencia magistrales para hacer de Los 400 golpes una película absolutamente genial.

Jean-Pierre Léaud deslumbra pese a su corta edad (13 años) en un papel que debe asumir los riesgos de un adulto, atravesando esto la frontera que separa al personaje del actor. Pese a su corta edad, Léaud maravilla en una actuación memorable. No hay mejor actor que un niño que sepa interpretar, pues la naturalidad se roza, pero no se consigue si no se tiene, y los únicos que van sobrados de eso son los niños. El resto del reparto rinde también a un nivel bastante alto, siendo Claire Maurier con sus constantes mentiras y Guy Decomble aportando momentos cómicos los más destacables.

Resumiendo, que es gerundio: Los 400 golpes es una película fantástica. Como dice mi amigo Carles (Alias: Krlingus, Alias: Handesken), va a un ritmo muy francés, y eso la dota de una fuerza bárbara, además de hacer que el espectador tenga facilidades para seguirla tanto por desarrollo como por relevancia de cada minuto. Truffaut es capaz de que, aunque aparentemente no esté sucediendo nada en pantalla, estemos recibiendo una lección de cine en el subconsciente.
Grijander
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