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España España · Almendralejo
Voto de Siferval:
8
Drama. Intriga Francia, 1386. Narra el enfrentamiento entre el caballero Jean de Carrouges (Matt Damon) y el escudero Jacques LeGris (Adam Driver), al acusar el primero al segundo de abusar de su esposa, Marguerite de Carrouges (Jodie Comer). El Rey Carlos VI decide que la mejor forma de solucionar el conflicto es un duelo a muerte. El que gane será el poseedor de la verdad y, en caso de que venza LeGris, la esposa del caballero será quemada como castigo por falsas acusaciones. [+]
11 de noviembre de 2021
10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vuelta de Ridley Scott (El Reino de los Cielos) al cine medieval que no deja indiferente por diversos motivos: no es una película medieval al uso y como podríamos esperar en el veterano realizador puesto que no contiene muchas escenas de acción y batallas. Tampoco sigue una línea narrativa continua y nos presenta el relato a modo episódico y desde tres puntos de vista diferente. Otra cosa que se aprecia es el poco uso de música ambiental, buscando el director dotar a la historia de más dramatismo y a los actores de más presencia. Y realmente logra conseguir ese efecto en el ávido espectador que visualiza esta gran producción con curiosidad y gran interés.

Lo primero que se nos muestra es la poderosa fotografía que domina la acción, fría y llena de filtros grises y azules, de una espectacularidad digna de ver en cines. Una decisión acertada para mostrar una época dura y adusta, que nos recuerda mucho al inicio de El Reino de los Cielos. Junto a esta demostración visual, hallamos una ambientación de la Edad Media muy acertada y sobre todo bien documentada, tanto a nivel social y religioso como a nivel de menaje, útiles e imaginería de la época. Un pequeño compendio de lo que suponemos como vida en la Edad Media que se nos muestra a través de un cuidado montaje que se lleva la palma cada vez que las mismas escenas confluyen en cada uno de los tres episodios que nos narran la trama. Una trama, por cierto, bien medida por el trío de guionistas (Ben Affleck, Matt Damon y Nicole Holofcener) que hacen un meritorio trabajo sobre el libro, basado en un hecho real, de Eric Jager. Unir un guión sobrio al talento de Scott como director da como resultado una película meritoria, con la amplia visión y experiencia del realizador narrando un hecho real extraordinario por el momento histórico en que se desarrolla, y dotándolo con mucho realismo y viveza. Y lo que narra es, curiosamente, una trama de rabiosa actualidad.

Para que nos adentremos en la historia tenemos que fijarnos en el trío que protagoniza la cinta, un grupo de personajes que nos dará su punto de vista al deshonroso hecho que se consume al final de la función. Matt Damon (Marte) nos entrega una sólida y furiosa interpretación en la piel de un hombre de armas (cocnocedor únicamente del arte de la muerte y con un look muy de Euskadi), práctico y fiel a sus principios. En medio de ese trío hallamos a una estupenda Jodie Comer (Free Guy) que nos hipnotiza dentro del cuerpo de una mujer noble típica de la Edad Media, que se debe a su marido y a los quehaceres de una mujer de la época cuyo máximo deber es el de engendrar un primogénito. A primera vista, parece un personaje sencillo, pero según avanza el tiempo en la película hay una evidente evolución en el rol de Comer: se da cuenta que no sólo es una mujer florero y es más útil para la sociedad de lo que piensa. Es a partir de ahí donde vemos mayor presencia de la actriz, que se come la pantalla con su presencia y tesón, demostrando con fuerza que es digna de denunciar públicamente el primer caso de violación de la historia (que conocemos) jugándoselo todo a una carta: verdad o muerte. Y como es la Edad Media, todo está supeditado a la decisión de Dios y esto nos lo muestra muy bien la película. Cerrando este trío está un taimado y mezquino Adam Driver (Silencio) que según avanza la cinta nos va demostrando la personalidad que atesora. Sin ambages, cada episodio nos muestra lo que cada personaje ve o quiere ver. A este trío de actores se unen Ben Affleck, que a pesar de las pintas (muy parecidas al Jack el Simple de Ben Stiller en Tropic Thunder), no desentona como noble acomodado, Marton Csokas (Into the Badlands), Harriet Walter (Succession) o Michael McElhatton (Juego de Tronos).

Esta es a fin de cuentas un drama histórico con valores de producción magníficos, con pocas escenas de acción pero muy realistas y con un desenlace que me parece brutal, cruento y espectacular, un último duelo rodado con cruda epicidad por la mano de uno de los mejores directores de los últimos años y al que se le agradece su decisión por volver, de nuevo, a un género poco tocado actualmente como es el medieval. Gracias señor Ridley Scott por llevarnos a otras épocas con su buen hacer tras las cámaras.
Siferval
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