Dicen que a todos sin excepción nos llega nuestra hora, que nadie todavía a lo largo de la historia del mundo ha logrado escapar de "la hora crítica", esa hora en la que ricos y pobres, gente de bien y auténticos cabrones sucumben ante el destino sin más elección que la de hacerlo con más o menos entereza. Seguro que todos estáis pensando lo mismo que yo, ¿quién sino el mismo Dios ha sido capaz de vencer a esa hora fatídica?. Pobres mortales; ante dicha situación todos somos iguales, y no hay poder social o económico capaz de sobornarla, es algo que está escrito y debemos aceptar a medida que maduramos.

Definitivamente la hora de la siesta es algo contra lo que no podemos luchar.

Se ha intentado de todo para evitar caer en sus garras; jornadas laborales a turno partido, dietas ligeras, los niños, las batidoras, la obra pública, pero nada, el destino es siempre más listo y contraataca con vicios y desgracias. Si nosotros evitamos la modorra, él nos noquea con un plato de revuelto de patatas digno de alimentar a tres familias. Luego, una vez mordido el anzuelo a través de la gula, nos pone los planes aún más en nuestra contra, pues tenemos esos documentales de la 2 sobre peces abisales, 42ºc en la calle y esas "películas" de Antena 3 en las que salen mujeres que sufren mucho porque están enfermas, o le pasa algo a su hijo.

Lo dicho; es inevitable caer en las redes de la modorra y la consiguiente siesta, pero nosotros, pobres marionetas, nos obstinamos en luchar; "Hoy no..." -decimos- "Hoy tengo El Gran Stan; la risa no me fallará...". Entonces pulsas el play con espíritu valiente. Y pasa un cuarto de hora vacío y te pones mosca; y pasa media hora y al ver que no te ríes ni con los chistes más escatológicos empiezas a inquietarte, y acabas mirando el reloj y a pensar en cuándo va a acabar.

Al empezar los títulos de crédito finales, todos los que habían comido revuelto de patatas habían aguantado el trance con diferentes resultados. Uno estaba medio dormido por haber aguantado semejante bobada, otro bailado la rumba hortera que sonaba en la BSO (que es lo más gracioso de toda la peli), y otro que había dormitado a ratos, decía que le había gustado; quizá por eso mismo, porque durmió y no vio parte del bochorno que tuvieron que ver los que quisieron aguantarla estoicamente.

Pues bien, de todo esto he sacado una enseñanza que quisiera mostrar al mundo y que no es otra que la fórmula que da título a esta "crítica". Sin duda donde pone "El Gran Stan" puede ponerse "x", ya que existen muchos títulos con el mismo efecto; aunque también donde pone "Revuelto de patatas" igualmente puede ponerse "Salmorejo". El caso es que si existe quien resista a la hora crítica, ese tiene que ser como se ha dicho el mismo Dios; y muchos dirán que ni eso... que Dios lleva mil y pico de años echándose la siesta, desde que jodieron a su hijo por estos lares. Pues veremos que humor tiene al despertarse, y esperemos que no ponga el DVD.

Disfruten del mojón.