Que Ester Expósito es muy guapa, se ve. Que tengan la necesidad de decirlo 28 veces en la película, aburre un poco, la verdad. El final es apoteósico pero en el mal sentido, la apuñalan con saña y de repente cuando está agonizando en la cama (ya que se arrastra por toda la casa para tumbarse en la cama) se acuerda que tiene una grapadora a mano, cinta aislante, se hace un apaño y se come un puñado de tripis. De repente ya no está rajada de arriba a abajo y tiene fuerzas y tiempo de arrastrar una bombona, poner una TV encima, cargarse a 8 malos de tacada que han adivinado prodigiosamente que está en el noveno piso, sale cual virgen, que hasta al jefe malo le da la revelación, le regala las pastis y se arrodilla ante ella; debemos intuir que pasa eso porque el demonio se ha reencarnado en la protagonista? De la mano de su sobrina, con las drogas en la mochila, tan campante. En serio uno de los peores finales que he visto en mucho tiempo. La premisa era buena y con semejantes nombres tras cámaras prometía, pero imposible darle el aprobado. Tiene mi 4 por Ángela Cremonte, que me fascina. Si no probablemente le habría dado un 2.