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España España · Palma (Mallorca)
Voto de Miquel:
7
Drama Basada en una historia real sucedida durante la Navidad de 1914, a principios de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), cuando en diferentes zonas del frente soldados alemanes, franceses y escoceses enterraron sus diferencias y sus muertos y celebraron la Nochebuena juntos. (FILMAFFINITY)
28 de julio de 2006
28 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Segundo largometraje de Christian Carion ("La chica de París", 2001), coproducido por 5 países europeos. Se basa en el relato "La increíble Navidad de 1914", incluído en "Las batallas de Flandes y Artois 1914-18", de Yves Buffetaut. Se rodó en plató único y en estudio. Fue nominada al Oscar y obtuvo el FIPRESCI de Valladolid. Producido por Christophe Rossignon, se estrenó el 9-XI-2005.

La acción se inicia en Escocia (RU), Francia y Alemania, para recalar en el frente Norte de Francia, en la Nochebuena de 1914. El teniente francés Audebert (Guillaume Canet) no se siente guerrero, desea ser pintor y se ha visto obligado por la guerra a abandonar a su mujer encinta. El tenor alemán Nikolaus Sprink (Benno Fürman), enamorado de la soprano sueca Anne Sorensen (Diane Kruger), es trasladado al frente, donde le visita Anne en Navidad. Ponchel (Danny Boon), ayuda de cámara del teniente Audebert, todas las noches cruza las líneas alemanas para pernoctar en su casa. Jonathan (S. Robertson), joven escocés, que ha perdido al hermano en el frente, es la persona que no comparte el espíritu de confraternización general. El pastor Palmer (Gary Lewis), de la Iglesia Escocesa, ha acudido a la guerra para curar, ayudar y asitir a los soldados. Daniel Brühl encarna a Horstmayer, judío alemán, militar profesional, que no se lleva bien con Sprink, al que envidia. Todos coinciden en el frente.

La película exalta el espíritu de Navidad, basado en la tolerancia, la amistad, la familia, el amor y la paz. Es tan fuerte que es capaz de superar, en ocasiones, el enfrentamiento entre personas, incluso en casos de guerra abierta y de lucha sin cuartel. La música puede ser el vehículo que encienda este espíritu y lo contagie a los soldados en forma de llamada a la confraternización. Sprink canta a los suyos el "Adeste fideles", es aplaudido por un francés, al que se unen otros, y le responde un gaitero escocés con el villancico "Noche de paz". Conmovidos y emocionados, acuerdan enterrar a los caídos y, con permiso superior, jugar un partido de fútbol, intercambiar regalos (cigarrilos, chocolate, bebida) y compartir la Misa del Gallo. Los soldados no son enemigos, comparten ideales y valores similares y poseen una cultura común, aunque hablen idiomas difentes (en la V.O.).

La música recoge una bonita partitura de Philippe Rombi, pausada y clasicista. Añade el "Himno de la Fraternidad". La fotografía acaricia a los personajes con movimientos suaves de cámara, planos picados y perspectivas amplias de la tierra de nadie. El guión combina varios relatos inspirados en hechos reales, que aportan humanidad, ternura y humor. La interpretación se ve realzada porque se presta más atención a los personajes que a la acción. La dirección desarrolla un cuento de Navidad emotivo y algo almibarado, pero sincero.

La película muestra la viabilidad de proyectos europeos multilaterales. Se posicona a favor de la paz y de la unidad de Europa.
Miquel
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