Quizás no del todo satisfactorio film basado en la novela de Ian McEwan, que él mismo ha adaptado para el cine. Un ejemplo claro de esto sería su algo precipitado final, dadas las circunstancias de la historia, tal y como nos la van narrando.
Pero no carece de fuerza en no pocas escenas, y al final logra emocionar y conmover, aunque algunas situaciones podrían haberse eliminado como ciertas recitaciones de poemas (sí, bellos) del siempre admirado e inmortal Yeats.
Pero logra cautivar por su profunda humanidad, sus reflexiones sobre el amor, la fidelidad, la religión llevada hasta sus últimas consecuencias, la capacidad de decisión del ser humano...
No se hace larga y resulta entretenida amén de sumamente interesante (y bastante triste también...), y las interpretaciones ayudan a ello, con una excelente Emma Thompson y las pormenorizadas descripciones ambientales, tanto dentro de la Corte de Justicia como exteriores.
Aspectos técnicos como la fotografía y banda sonora son de recibo y aumentan la calidad de la cinta, una cinta que invita a un coloquio en el que se pueden discutir los no pocos temas que se tocan en el filme, algunos con más precisión y profundidad que otros.

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