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Voto de Antonio Morales:
8
Drama Luke (Ryan Gosling), un motorista que trabaja como especialista en un espectáculo viajando de una ciudad a otra, se reencuentra con una antigua y breve novia, Romina (Eva Mendes), y descubre que recientemente ella ha tenido un hijo de él, Jason. Decide entonces dejar la carretera, establecerse y trabajar de mecánico, intentar recuperar el cariño de Romina y poder cuidar de su hijo. Pero ante la falta de dinero Luke sólo ve una salida: ... [+]
25 de setiembre de 2013
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cruce de caminos (The Place Beyond the Pines), es un drama sombrío con una factura de cine independiente, muy bien armado, en donde el propio Cianfrance (no he visto sus dos anteriores trabajos) ejerce de coguionista junto a Ben Coccio y Darius Marder. La historia habla de dos hombres, situados a ambos lados de la ley, pero cuyas vidas, pecados y errores, tendrán claros paralelismos y consecuentemente acabarán por arrastrar a sus descendientes. Dentro de una historia dura, con terribles consecuencias, aunque se esfuerzan los responsables del film por no demonizar a nadie. Un instante, una decisión, una casualidad…, pueden definir tu futuro. Nadie es totalmente responsable, nadie es malvado del todo, aunque sí que cada uno aportamos nuestro granito de libertad para decidir el siguiente paso.

La estructura narrativa es original, pues hacia la mitad de la película ésta da un giro abrupto. Aunque en realidad, están entrelazados los dos personajes, el delincuente Luke y el policía Avery, para después redondear el film con la inclusión de sendos vástagos. Las relaciones paterno filiales se revelan así esenciales y queda muy bien reflejada la necesidad de un modelo masculino adulto en quien apoyarse, un padre que ayude a configurar el propio carácter. Por otro lado, en la línea anti maniquea del film se muestran los comportamientos corruptos del poder, el corporativismo, un entramado pegajoso del que resulta difícil salir, pues igual que nadie es un pecador absoluto, tampoco nadie es un santo. Son temas peliagudos, pero el cineasta sale airoso, además de eludir el fatalismo que siempre planea sobre toda la película.

El drama funciona gracias a la concepción de unos personajes atractivos, reales, alejadas de los estereotipos del cine facilón palomitero, con personalidades bien trazadas y reacciones verosímiles, tanto de padres como de hijos. Sin duda alguna mucho tienen que ver las intensísimas interpretaciones, entre las cuales destaca la de Ryan Gosling, un antihéroe, que sabe como nadie encarnar a tipos lacónicos con una violencia latente a punto de explotar. También triunfa el más “humano” Bradley Cooper, un arribista con escrúpulos, que logra transmitir una gran vulnerabilidad detrás de esa fachada de hombre triunfador. Por su parte, los jóvenes Dane DeHaan y Emory Cohen están espléndidos.

Una película interesante que nos ayuda a reflexionar sobre la sociedad actual, los sueños rotos por ambiciones inalcanzables, que ejemplifican la dificultad para conciliar lo personal, lo familiar y lo social, al mismo tiempo que se propone detectar la génesis de las patologías que aquejan al individuo. Todo ello desarrollado a través de un elaborado trabajo de puesta en escena, muy cercano al cine comprometido de denuncia social.
Antonio Morales
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