Esas fueron las últimas palabras de Turner. Y hay que decir que las cambiantes pinceladas amarillas de su pintura permite entender esas ultimas palabras.
Como biopic , poco tiene para decir, en cambio Mike Leigh nos permite situar al artista en su propio mundo y contemplarlo como él lo hacía, supuestamente. Luego nos encontramos con la re-elaboración de eso en su pintura.
Aunque, sin duda, el personaje en cuestión "no va de pionero" sin embargo es posible entender por qué hemos leído que Turner es un precursor del impresionismo. Pero para nada, en su interpretación, vemos alguien que se crea un genio.
Lo más interesante a mi juicio, es la incorporación que del personaje hace el espléndido Timothy Spall. En algún lugar leí que habia nacido para ese rol, no sé si es así, pero si es cierto que me es imposible pensar en otro Mr.Turner. Lo mejor de Leigh, entre otras cosas, es no haber incorporado ningún psicologismo a la pintura del personaje, son pequeños trazos, que cada uno puede armar como cada cual pueda. Demás está decir, puesto que se ha dicho mil veces, la absoluta fascinación de sus imágenes.