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Voto de Maetterlinck:
3
20 de junio de 2014
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuatro años después de Charada, esa gran obra de Stanley Donen, con Cary Grant, Audrey Hepburn y Walter Matthau (entre otros), se estrenó Capricho. Las comparaciones son odiosas, pero en este caso difícilmente evitables. No quiero ahondar mucho en este tema por no entrar a destripar nada del argumento ni condicionar a ningún posible espectador, si bien los paralelismo empiezan ya con el inicio de la película.
Sobre la base del espionaje industrial dentro del sector de los cosméticos, se construye un argumento que por momentos es incongruente hasta consigo mismo, no siendo este su único defecto. Tampoco sé si es el peor, porque aunque es un error muy grave la pérdida de coherencia interna, tampoco llega a ser lo que mas estropea el resultado final. Posiblemente lo mas flagrante sea cómo intenta mantener el interés de la parte de intriga en base pequeñas vueltas de tuerca forzadas y que, además, no tienen ningún interés según te has empezado a meter en la trama.
Visualmente resulta una película interesante encuadrada en su aire muy tópicamente sesentero, tanto dentro de lo fílmico como en lo referido a la moda. Tiene momentos casi calcados a películas de James Bond y hacen cierta gracia las referencias a 007, los Beatles o Sir Laurence Olivier. Y en cuanto a comicidad, casi es de lo poco que destacar (y tampoco es para troncharse). El guión también flojea en la parte de comedia. Doris Day, una actriz bastante dotada, ha de volver a recurrir a muecas y alguna situación apurada. Richard Harris... Bueno, era un excelente actor, pero tampoco podía hacer milagros. Lo único para lo que da su personaje es para decir sus frases poniendo buena pose (e imitar a Laurence Olivier), y al menos en ese aspecto, de planta está estupendo.
Por decir algo mas positivo, quiero destacar la dirección artística, ya que ciertamente hay escenarios muy logrados, como el avión de Edward Mulhare o la casa de la secretaria japonesa (la cual, unido al bikini como vestuario, recordaba mucho a James Bond). Realmente, casi todo lo destacable para bien de la película es porque recordaba a otras. Una lástima tan paupérrimo guión, porque la producción tenía una pinta de poder haber sido interesante.
Sobre la base del espionaje industrial dentro del sector de los cosméticos, se construye un argumento que por momentos es incongruente hasta consigo mismo, no siendo este su único defecto. Tampoco sé si es el peor, porque aunque es un error muy grave la pérdida de coherencia interna, tampoco llega a ser lo que mas estropea el resultado final. Posiblemente lo mas flagrante sea cómo intenta mantener el interés de la parte de intriga en base pequeñas vueltas de tuerca forzadas y que, además, no tienen ningún interés según te has empezado a meter en la trama.
Visualmente resulta una película interesante encuadrada en su aire muy tópicamente sesentero, tanto dentro de lo fílmico como en lo referido a la moda. Tiene momentos casi calcados a películas de James Bond y hacen cierta gracia las referencias a 007, los Beatles o Sir Laurence Olivier. Y en cuanto a comicidad, casi es de lo poco que destacar (y tampoco es para troncharse). El guión también flojea en la parte de comedia. Doris Day, una actriz bastante dotada, ha de volver a recurrir a muecas y alguna situación apurada. Richard Harris... Bueno, era un excelente actor, pero tampoco podía hacer milagros. Lo único para lo que da su personaje es para decir sus frases poniendo buena pose (e imitar a Laurence Olivier), y al menos en ese aspecto, de planta está estupendo.
Por decir algo mas positivo, quiero destacar la dirección artística, ya que ciertamente hay escenarios muy logrados, como el avión de Edward Mulhare o la casa de la secretaria japonesa (la cual, unido al bikini como vestuario, recordaba mucho a James Bond). Realmente, casi todo lo destacable para bien de la película es porque recordaba a otras. Una lástima tan paupérrimo guión, porque la producción tenía una pinta de poder haber sido interesante.