No sólo se obvia su faceta como cantante (no podremos escuchar ni uno de sus éxitos), sino que no conoceremos su infancia o adolescencia, su faceta como actor, ni siquiera el último tramo de su vida lidiando con el cáncer.

Lo que podría haber sido un gran homenaje ha resultado en un gran nada. En fin, una lastima, sobre todo considerando que cuatro años después de la muerte de Bowie era buen momento de honrar si memoria.