Lo lamento no soy objetivo, adoro las películas de acción, especialmente aquellas en las que su temática se centra en las artes marciales. He disfrutado de muchas, especialmente en mi adolescencia y no suelen ser productos notables, pero esta sin duda lo es, por eso mi nota es un rotundo 10, por lo que ofrece en su conjunto y como homenaje al género.

Ofrece algo más que suculentas dosis de acción, supone una historia de lucha y superación deportiva en un contexto dramático, mostrando en su recorrido muchos de los estereotipos más significativos de la sociedad norteamericana: su concepción familiar, sus esperanzas, sus héroes, sus pesares, sus angustias y su firme creencia en el perdón y la redención.

Estamos ante una brillante película, con un muy interesante plantel de actores, particularmente soberbios Nick Nolte (nominado al Oscar por ella) y Tom Hardy (Bronson ó Esto es la guerra), oirán hablar mucho de este chico en los próximos años.

Estamos ante una mezcolanza de “The fighter”, “Rompiendo las reglas”, “Rocky”, con algunas alusiones a película como “En el valle de Elah” o “En tierra hostil”, entre otras. Probablemente no invente nada nuevo, pero la conjunción de géneros me resulta tan acertada y precisa, que el resultado es una experiencia sorprendente y novedosa como conjunto.

La emotividad y los sentimientos que transmiten calan muy hondo, y arroja altas dosis de motivación en el espectador, que no percibía desde Rocky, impactante.

No sé preguntan por qué una película de artes marciales tiene más de un 7 de media en filmaffinity, que es mucho decir, por algo será, les animo a comprobarlo a los amantes de la acción especialmente, y a los que no lo sean también.