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Voto de John Murdoch:
7
2004
J.J. Abrams (Creador), Damon Lindelof (Creador) ...
7,9
111.984
Serie de TV. Aventuras. Intriga. Drama. Fantástico
Serie de TV (2004-2010). 6 temporadas. 121 episodios. Historia de un variopinto grupo de supervivientes de un accidente de aviación en una remota isla del Pacífico aparentemente desierta, una isla en la que suceden cosas muy extrañas. Luchando por la supervivencia, casi medio centenar de personas mostrarán lo mejor y lo peor de sí mismas. (FILMAFFINITY)
28 de mayo de 2010
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Yo creo que Lost es una buena serie que podría haber sido excepcional, pero no lo es. El problema es el de casi siempre. Los guionistas -también productores- enseguida intuyeron que había que exprimir al máximo el tremendo éxito inicial, de forma que una muy buena historia, que daba para 2 ó 3 temporadas excelentes, finalmente fue convertida en 6 (de las cuales sólo la primera, y parte de la segunda, están realmente a la altura).
El problema de esta conocida técnica de maximización de beneficios es que tiene como inconveniente la necesidad de añadir horas de metraje de relleno, o bien la inclusión de subtramas que en muchas ocasiones sólo perjudican el resultado final, como es evidente que ocurre en este caso. Es más, gran parte de esas subtramas convierten a la serie en algo tramposa, y lo que hoy parece trascendente para el desenlace, mañana no pasa de ser mera anécdota, lo que genera en el espectador la sensación de que (1) está siendo estafado, o (2) los guinistas van improvisando sobre la marcha y no tienen muy claro cómo cerrar el berenjenal en el que se van metiendo en su intento de darle a cada episodio una vuelta de tuerca más a la compleja historia.
Y es que esta serie no deja de ser un crucigrama encriptado, un enigma encerrado dentro de un misterio, una sucesión ininterrumpida de giros de guión y de preguntas que son arrojadas sin respuesta, una comedura de tarro de la que lo mejor que puedo decir es que me permitió pasar muchas horas con otra gente imaginando cuál era el hilo que entretejía todas esas incógnitas. Precisamente por eso creo que Lost se llegó a convertir en un fenómeno social: por la capacidad de mantener a un montón de gente en todo el mundo elucubrando sobre el sentido de todo aquello, no por su calidad y coherencia, sobre todo en las 4 últimas temporadas.
En otras palabras, si decidí seguir adelante a partir de la 3ª fue porque quería conocer la explicación a tanto retruécano, y para ver si los guinistas eran capaces de hilvanar algo más o menos digerible en el último episodio de la 6ª...
El problema de esta conocida técnica de maximización de beneficios es que tiene como inconveniente la necesidad de añadir horas de metraje de relleno, o bien la inclusión de subtramas que en muchas ocasiones sólo perjudican el resultado final, como es evidente que ocurre en este caso. Es más, gran parte de esas subtramas convierten a la serie en algo tramposa, y lo que hoy parece trascendente para el desenlace, mañana no pasa de ser mera anécdota, lo que genera en el espectador la sensación de que (1) está siendo estafado, o (2) los guinistas van improvisando sobre la marcha y no tienen muy claro cómo cerrar el berenjenal en el que se van metiendo en su intento de darle a cada episodio una vuelta de tuerca más a la compleja historia.
Y es que esta serie no deja de ser un crucigrama encriptado, un enigma encerrado dentro de un misterio, una sucesión ininterrumpida de giros de guión y de preguntas que son arrojadas sin respuesta, una comedura de tarro de la que lo mejor que puedo decir es que me permitió pasar muchas horas con otra gente imaginando cuál era el hilo que entretejía todas esas incógnitas. Precisamente por eso creo que Lost se llegó a convertir en un fenómeno social: por la capacidad de mantener a un montón de gente en todo el mundo elucubrando sobre el sentido de todo aquello, no por su calidad y coherencia, sobre todo en las 4 últimas temporadas.
En otras palabras, si decidí seguir adelante a partir de la 3ª fue porque quería conocer la explicación a tanto retruécano, y para ver si los guinistas eran capaces de hilvanar algo más o menos digerible en el último episodio de la 6ª...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Episodio que resulta tan empalagoso (besos y abrazos, y todos cogiditos de la mano en la iglesia) y decepcionante que yo propongo otro con final abierto, por lo menos para que dé para una 7ª temporada:
Sin saber cómo, nuestros protagonistas aparecen ante la entrada de una especie de gruta cavernosa de la que emana una inquietante luz. Sigue sin haber rastro de Locke. Jack se asoma al interior de la gruta pero el camino desaparece bajo un torrente de agua que se precipita en forma de cascada y no consigue distinguir nada. Es entonces cuando visiblemente enfadado exclama –¡A ver si esta vez dejamos de improvisar y alguien que se haya leído el guión me cuenta qué cojones se supone que tenemos que hacer ahora!
-Ahora hay que descolgar a Desmond hasta el fondo de la caverna y dejar que toquetee un poco por allí… Creo que había un interruptor o algo así. –dice Kate.
-¡Maldita sea! ¡Sabía que nos olvidábamos de algo! –se lamenta Jack- ¿Alguien se ha acordado de sacar a Desmond del pozo y traerlo hasta aquí?
Ante el silencio de sus compañeros, y sin pensarlo dos veces, Jack decide echarse la responsabilidad del mundo sobre sus hombros y se lanza de un salto hasta el fondo de la gruta confiando en que el agua amortigüe el golpe. Su carpada y elegante caída es interrumpida bruscamente cuando su cabeza golpea contra un piedro erecto en el medio de la sala interior de la gruta. El golpe es tan fuerte que la piedra se quiebra, activándose el mecanismo de autodestrucción de la isla. Mientras, en la entrada de la gruta, sus compañeros observan atemorizados cómo la tierra tiembla y se resquebraja. Las sacudidas son tan fuertes que empiezan a rodar peñascos de cartón piedra por todas partes. El miedo se apodera de todos excepto de uno. En menos de 30 segundos, Faraday recalcula la fórmula y consigue balancearla hasta que el universo comienza a plegarse sobre sí mismo y el tiempo se detiene. En ese preciso instante se escucha un estallido y, como surgido del éter, aparece Marty McFly en un aeropatín y vestido de guardia civil. Entonces Marty les explica lo evidente, que la isla se va a ir al carajo y que el origen del humo negro eran unas chuletas que Hurley había dejado olvidadas mientras se hacían al fuego en la playa.
-Sólo tenéis 30 minutos antes de que la isla implosione. Ahora he de irme. –Y sin más, desaparece mientras suena la música de Back to the Future III.
Apresuradamente, Sawyer conduce al grupo hasta un submarino a pedales que hay al otro lado de la isla. A Jack no se lo llevan porque tiene la cabeza fracturada por ocho sitios distintos. pero le dejan al perro para que lo acompañe. El acto se cierra con nuestros protagonistas celebrando que han conseguido abandonar la isla, pero no reparan en que a bordo del submarino viajan dos polizones mexicanos...
Sin saber cómo, nuestros protagonistas aparecen ante la entrada de una especie de gruta cavernosa de la que emana una inquietante luz. Sigue sin haber rastro de Locke. Jack se asoma al interior de la gruta pero el camino desaparece bajo un torrente de agua que se precipita en forma de cascada y no consigue distinguir nada. Es entonces cuando visiblemente enfadado exclama –¡A ver si esta vez dejamos de improvisar y alguien que se haya leído el guión me cuenta qué cojones se supone que tenemos que hacer ahora!
-Ahora hay que descolgar a Desmond hasta el fondo de la caverna y dejar que toquetee un poco por allí… Creo que había un interruptor o algo así. –dice Kate.
-¡Maldita sea! ¡Sabía que nos olvidábamos de algo! –se lamenta Jack- ¿Alguien se ha acordado de sacar a Desmond del pozo y traerlo hasta aquí?
Ante el silencio de sus compañeros, y sin pensarlo dos veces, Jack decide echarse la responsabilidad del mundo sobre sus hombros y se lanza de un salto hasta el fondo de la gruta confiando en que el agua amortigüe el golpe. Su carpada y elegante caída es interrumpida bruscamente cuando su cabeza golpea contra un piedro erecto en el medio de la sala interior de la gruta. El golpe es tan fuerte que la piedra se quiebra, activándose el mecanismo de autodestrucción de la isla. Mientras, en la entrada de la gruta, sus compañeros observan atemorizados cómo la tierra tiembla y se resquebraja. Las sacudidas son tan fuertes que empiezan a rodar peñascos de cartón piedra por todas partes. El miedo se apodera de todos excepto de uno. En menos de 30 segundos, Faraday recalcula la fórmula y consigue balancearla hasta que el universo comienza a plegarse sobre sí mismo y el tiempo se detiene. En ese preciso instante se escucha un estallido y, como surgido del éter, aparece Marty McFly en un aeropatín y vestido de guardia civil. Entonces Marty les explica lo evidente, que la isla se va a ir al carajo y que el origen del humo negro eran unas chuletas que Hurley había dejado olvidadas mientras se hacían al fuego en la playa.
-Sólo tenéis 30 minutos antes de que la isla implosione. Ahora he de irme. –Y sin más, desaparece mientras suena la música de Back to the Future III.
Apresuradamente, Sawyer conduce al grupo hasta un submarino a pedales que hay al otro lado de la isla. A Jack no se lo llevan porque tiene la cabeza fracturada por ocho sitios distintos. pero le dejan al perro para que lo acompañe. El acto se cierra con nuestros protagonistas celebrando que han conseguido abandonar la isla, pero no reparan en que a bordo del submarino viajan dos polizones mexicanos...