Media votos
5,4
Votos
8.210
Críticas
239
Listas
0
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Fendetestas:
7
6,2
19.482
Aventuras. Acción
El arqueólogo Indiana Jones deberá emprender otra aventura contra el tiempo para intentar recuperar un dial legendario que puede cambiar el curso de la historia. Acompañado por su ahijada, Jones pronto se encuentra enfrentándose a Jürgen Voller, un ex nazi que trabaja para la NASA. (FILMAFFINITY)
28 de junio de 2023
15 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
James Mangold apenas tenía 18 años cuando se estrenó "En busca del Arca Perdida", por lo que en su andamiaje artístico quedan impregnadas esas películas ochenteras de aventuras que la saga de Spielberg inauguró. Y se nota, porque el director se aproxima a la figura de Jones con sumo respeto y sin caer demasiado en la tentación de contentar al fan irredento, justo lo contrario que hicieron Lucas y Spielberg en la cuarta entrega -mucho más juguetona, cómica y de continuidad. No digo con eso que una sea peor que la otra, pues son muy distintas y no vengo yo aquí a establecer un ranking entre ellas -por otro lado ambas inferiores a la trilogía original-.
Hay un tratamiento más oscuro y una exploración en la personalidad ajada y cansada de Indy que no habíamos visto antes. Este ya no es el James Bond-arqueólogo de las películas previas. Ni siquiera hay un prólogo al uso -como solía ocurrir-. Sí hay mucha música, con muchos temas nuevos y bellísimos de Wiliams aunque ninguno de ellos lo suficientemente pegadizo como para identificarla película por sí misma como sí ocurre en las anteriores.
El rejuvenecimiento tan cacareado de Ford es una estupenda excusa para ofrecer lo que siempre desearon los espectadores: una película de Indy en los 90, y es cierto que está muy logrado con la posible excepción de algunos planos menos iluminados en los que la sensación de recreación digital-videojuego se nota en exceso. El malo -por cierto- también está rejuvenecido, y hay que reconocer que es un gran villano, comandando un equipo que esta vez sí es malo de verdad, utilizando la muerte sin piedad.
Sigo en spoiler.
Hay un tratamiento más oscuro y una exploración en la personalidad ajada y cansada de Indy que no habíamos visto antes. Este ya no es el James Bond-arqueólogo de las películas previas. Ni siquiera hay un prólogo al uso -como solía ocurrir-. Sí hay mucha música, con muchos temas nuevos y bellísimos de Wiliams aunque ninguno de ellos lo suficientemente pegadizo como para identificarla película por sí misma como sí ocurre en las anteriores.
El rejuvenecimiento tan cacareado de Ford es una estupenda excusa para ofrecer lo que siempre desearon los espectadores: una película de Indy en los 90, y es cierto que está muy logrado con la posible excepción de algunos planos menos iluminados en los que la sensación de recreación digital-videojuego se nota en exceso. El malo -por cierto- también está rejuvenecido, y hay que reconocer que es un gran villano, comandando un equipo que esta vez sí es malo de verdad, utilizando la muerte sin piedad.
Sigo en spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Ya no es una película Paramount, y se nos escamotea por eso el clásico encadenado del logo del estudio con el primer plano del film -ese honor le corresponde ahora directamente a Lucasfilm LTD-, y a partir de ahí llegan unos 25 minutos de prólogo bastante atractivo y conseguido con los estertores de la IIGM de fondo, para pasar después a un Indy en el día de su jubilación, viejo y hastiado, que acaba de perder a su hijo en la guerra de Vietnam y con ello su matrimonio con Marion. No acaban de funcionar todas las escenas que pretenden su retrato -los jóvenes ruidosos del apartamento de al lado- pero las que funcionan lo hacen estupendamente -el contraste entre los estudiantes rendidos al profesor de las primeras entregas frente al aburrimiento y la desidia imperante ahora en la clase del doctor Jones-.
Pero cuando aparecen los malos lo hacen bien: muerte, asesinatos, consecuencias. Le sigue a partir de ahí -como es usual en toda la saga- una concatenación de persecuciones y huídas hacia adelante de los héroes, destacando la galopada en metro y -por curiosa- la inmersión de buceo de la mano de nuestro Antonio Banderas. El resto están mas o menos vistas ya: tanto la de Tánger como la breve de Sicilia, pasando a territorio amistoso en esa Cueva de Dionisos que ofrece el típico momento-descubrimiento de cada película, aquí muy conseguido.
Y llega el tramo final, con el uso del Dial y el discutido desplazamiento temporal. Afortunado como McGuffin, pero algo fuera de lugar en sí mismo cuando vemos en pantalla el acoso a Siracusa o la propia figura de Arquímedes, que esta vez no funciona como sí lo hizo el anciano templario de la última cruzada.
Hasta aquí hay una película satisfactoria, bien llevada, más adulta y consciente de sí misma, pero que pierde la oportunidad de conseguir resultar redonda con Indy quedándose a vivir sus últimos días en ese lugar que tanto ama: La Historia.
En su lugar hay un prólogo postizo, con Marion (cameo) regresando para volver a iniciar una historia de amor que comenzó hace 42 años, y un sombrero tendido al sol que hace mutis por el foro.
Pero cuando aparecen los malos lo hacen bien: muerte, asesinatos, consecuencias. Le sigue a partir de ahí -como es usual en toda la saga- una concatenación de persecuciones y huídas hacia adelante de los héroes, destacando la galopada en metro y -por curiosa- la inmersión de buceo de la mano de nuestro Antonio Banderas. El resto están mas o menos vistas ya: tanto la de Tánger como la breve de Sicilia, pasando a territorio amistoso en esa Cueva de Dionisos que ofrece el típico momento-descubrimiento de cada película, aquí muy conseguido.
Y llega el tramo final, con el uso del Dial y el discutido desplazamiento temporal. Afortunado como McGuffin, pero algo fuera de lugar en sí mismo cuando vemos en pantalla el acoso a Siracusa o la propia figura de Arquímedes, que esta vez no funciona como sí lo hizo el anciano templario de la última cruzada.
Hasta aquí hay una película satisfactoria, bien llevada, más adulta y consciente de sí misma, pero que pierde la oportunidad de conseguir resultar redonda con Indy quedándose a vivir sus últimos días en ese lugar que tanto ama: La Historia.
En su lugar hay un prólogo postizo, con Marion (cameo) regresando para volver a iniciar una historia de amor que comenzó hace 42 años, y un sombrero tendido al sol que hace mutis por el foro.