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Voto de Vivoleyendo:
10
Comedia. Intriga Carol Lipton (Diane Keaton), una aburrida ama de casa de Manhattan, empieza a sospechar que su vecino Paul House (Jerry Adler) ha asesinado a su mujer. Su marido (Woody Allen) la tacha de paranoica y trata de quitarle de la cabeza esa descabellada idea, pero Carol se empeña en investigar y empieza a seguir a su vecino con la ayuda de su amigo Ted (Alan Alda), que siempre se ha sentido atraído por ella. Larry, espoleado por los celos y ... [+]
20 de enero de 2009
51 de 60 usuarios han encontrado esta crítica útil
Woody Allen, el genio de la comedia dialogada, el melómano y neurótico neoyorquino que tantas risas ha hecho brotar (y que también ha revelado su buena mano para el thriller), concibió la que en mi opinión es la mejor película de su carrera, “Misterioso asesinato en Manhattan”.
Pletórico en sus facultades para divertir y mantener al público plenamente atento al desarrollo, Allen ideó una comedia heterogénea que incluye costumbrismo y cotidianeidad, una exploración de la vida en pareja, suspense y elementos de cine detectivesco en clave de parodia, en torno a un matrimonio simpático y rutinario que se inmiscuye en un turbio asunto cada vez más intrigante.
Sirva o no el detonante de la acción como mera excusa del guión para tratar de devolver la chispa a una pareja, y vertebrar en torno a ese hecho todo un divertidísimo y genuino análisis de las relaciones sentimentales prolongadas, lo cierto es que la trama consigue atrapar desde el primer fotograma e invitarnos a pasar sin llamar. Cámara en mano, escenas cercanas y cálidas, música con regusto clásico y añejo, como un disco de vinilo de jazz que casi se cae a pedazos de puro viejo, y unos actores limpiamente soberbios que toman los diálogos y los hacen totalmente suyos y cautivadores en su desparpajo, y el resultado es una de las mejores comedias de los noventa.
Allen se centra en Larry y Carol Lipton. Casados desde hace muchos años y acomodados a sus costumbres y a sus manías mutuas, componen la estampa del típico matrimonio medio. Ella es inquieta, curiosa y emprendedora. Él es neurótico, miedoso, maniático y desborda una verborrea salpicada de golpes de humor que a mí no ha parado de sacarme risas y carcajadas. Sus conversaciones fluidas, como las que todos mantenemos a diario con nuestros seres de confianza, son sin duda el punto fuerte y lo que más logra mantener el cada vez mayor interés hacia lo que ocurre.
Un día, un hecho altera el curso normal de las cosas en su edificio, y Carol observa que algo no encaja. Suspicaz y picada de curiosidad, comienza a darle vueltas a la cabeza y a atar cabos, enhebrando una serie de hipótesis que comunica a Larry, el cual no está en predisposición de meterse en asuntos ajenos. Pero Carol no se detendrá en su propósito de averiguar cuanto pueda y llevará a cabo con audacia su propia investigación, arrastrando a su renuente marido y captando la entusiasta colaboración de Ted, un amigo.
Sea o no producto de su imaginación todo lo que ella sospecha, Carol se consagra a su amateur tarea detectivesca y nos permitirá seguir sus desternillantes ocurrencias y trapicheos en los que involucra a su quejica y descacharrante esposo y a un amigo ansioso de aventuras.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Vivoleyendo
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