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Voto de Vivoleyendo:
9
Musical. Drama. Romance Ambientada en el París bohemio de 1900. Satine, la estrella más rutilante del Moulin Rouge, encandila a toda la ciudad con sus bailes llenos de sensualidad y su enorme belleza. Atrapada entre el amor de dos hombres, un joven escritor y un duque, lucha por hacer realidad su sueño de convertirse en actriz. Pero, en un mundo en el que todo vale, excepto enamorarse, nada es fácil. (FILMAFFINITY)
17 de mayo de 2008
10 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Confirmado: Es un musical excesivo. En todos los sentidos. En algunos momentos, unos pocos tan sólo, sobrepasa la ridiculez y despierta cierto bochorno y sensación de una sobreactuación extrema.
Pero inmediatamente después va y me derrota con escenas que son más que espectaculares, todo un delirio de color y música tan despampanante que noto cómo el corazón se me acelera. Y más aún escuchando los magníficos temas, todos tan mundialmente conocidos que creo que no hay una sola canción que no me suene. Sí, tal vez haya sido hacer trampa el utilizar canciones de Elton John, Kurt Cobain, Madonna, The Police, Queen y tantos grandes del pop-rock del siglo XX. Tal vez se hayan pasado de la raya creando una banda sonora grandiosa y que no duda en mezclar audazmente toda clase de ritmos y fragmentos de esos que hemos escuchado toda la vida. Será un reclamo más de los muchos que utilizan para hacer caer al espectador en la trampa. Porque yo he caído.
He caído en el hechizo de las increíbles actuaciones de Nicole Kidman y Ewan McGregor. Sólo puedo decir que están soberbios. Me he dejado hipnotizar por sus preciosas voces, por la belleza resplandeciente de la Kidman, por la fuerza interpretativa que ambos vertieron sobre aquellos escenarios con profusión barroca de un Moulin Rouge que ni en sus mejores tiempos habría soñado con brillar tanto. Me he dejado impresionar por la estratosférica puesta en escena y por una fotografía casi sin parangón.
Pero, sobre todo, lo que más me ha alcanzado, lo que me ha hecho perdonarle sus defectos, ha sido la apabullante y sorprendentemente auténtica historia de amor. Todas mis prevenciones y objeciones se fueron desvaneciendo desde el momento en que Satine empezó a quitarse la máscara de la frivolidad, y desde el momento en que Christian entró en escena para rendirse para siempre a su Musa.
Este musical no tiene reparos en excederse en todos los rasgos en los que se lo pueda evaluar. Pero tiene algo muy positivo: también se excede en calidad. Y en momentos realmente bellos, arrebatadores, que roban el aliento. Que rebosan sentimiento y arte en una combinación rayana en lo espléndido. Que nos traen a la pantalla una época soñada de bohemia, del arte que en las postrimerías del siglo XIX del extinto milenio languidecía de hambre en Montmartre mientras el Moulin Rouge, el famoso local de espectáculos de bailarinas de cancán que el pintor Toulouse-Lautrec inmortalizó, retumbaba con los espectáculos dignos de uno de los burdeles más pintorescos de todos los tiempos.
Amor, ilusión, desilusión, talento, celos, lujuria, ambición, traición, codicia... Todo tiene cabida en este París encantado y retocado con un colorido que raras veces ha deslumbrado tanto.
Vivoleyendo
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