Un Clint Eastwood -alejado ya del western y semejante al de Dirty Harry- notable y cumplidor da lugar a una trama bastante frecuente en el mundo del cine (huida de una prisión), pero su puesta en escena es precisa y su contextualización lo es aún más. Aunque no es una película brillante, Fuga de Alcatraz ha envejecido francamente bien y el espectador puede descubrir el método que usó Frank Morris para escapar de la cárcel más dura de los Estados Unidos.