Una película olvidable de principio a fin, que nuevamente demuestra que las nuevas propuestas que salen al mercado en general carecen de originalidad y de calidad intrínseca.
Queda demostrado aquí, Caruso borra el suspense para brindar una cinta previsible de principio a fin y llena de tópicos inefectivos tantas veces vistos. Y a ello hay que sumarle las características propias de los filmes de adolescentes: sustillos inconsistentes, música comercial al máximo, una actriz que se preocupa más por mostrarse atractiva frente a las cámaras que por brindar un registro creíble en su personaje, mucha parafernalia tecnológica que adorna pero que a duras penas puede resultar verosímil dentro de un argumento plano en emociones e intensidad. A ello le sumamos que los dos actores consolidados que participan tampoco convencen (Carrie-Anne Moss casi no aparece, y David Morse como villano apenas satisface).
Poco, muy poco. Quizás como positivo pueda encontrársele las ganas y el despliegue del joven Shia LaBeouf quien se hace cargo en forma digna del protagónico. También queda la idea de que esta cinta tan mal lograda, dé ganas al público hacia el cual está destinada para ver una verdadera obra del suspense como resulta “Rear window”