"La cueva" es otro producto más del nuevo género de fantasía descartable. Ese tipo de filmes que una vez terminado su visionado, no te deja más que una sensación de vacío y de haber perdido el tiempo.

La película comienza como una investigación y claro que al final se convierte en una lucha por la supervivencia, así nomás, sin ningún agregado ni condimento extra que no hayamos visto a esta altura del partido en una cinta del género.

Mediante fórmulas repetidas, nos instalamos frente a una narración convencional, insípida y hasta trillada.
Un grupo de investigadores americanos son contratados para dar cuentas sobre un posible ecosistema desconocido que yace debajo de los bosques rumanos.

Cualquier búsqueda que tenga el espectador de encontrarse con un filme encarado desde el aspecto científico, queda claro que es una utopía de su parte.

Tenemos los típicos personajes simpáticos, bien parecidos y tan pocos desarrollados que acusa la pobreza del relato.

Todo se circunscribe a huir, no hay planes estratégicos, tampoco hay lógica en las circunstancias que conforman el núcleo central de la narración.

Enseguida nos damos cuenta que esta cinta fue hecha a los fines de entretener simplemente, con un argumento pueril, sin intensidad en las variantes y que encima de todo flaquea desde la verosimilitud de fondo que plantea. Hay situaciones muy poco creíbles, decoradas y disimuladas bajo correctos efectos especiales que vienen a distraer la mente del espectador.

El equipo de investigación deberá ir pasando por distintos escenarios y sorteando obstáculos para nutrir al relato de situaciones fútiles que sólo apuntan al "sálvese quien pueda y de la manera que sea".

El inexperto Bruce Hunt, asistente de director en la saga de Matrix, no supo otorgarle fuerza y convicción a la historia, su película queda sosa de alternativas consistentes y cae indefectiblemente en una depresión narrativa por carencia de emociones efectivas.

Muchos personajes, pocas ideas, actuaciones mediocres, guión endeble. Todo es limitado, pobre, carente de emotividad para los tiempos que corren. Un filme que sólo tiene de aspecto positivo, su ambientación, y hasta allí nomás. Lo demás, mejor olvidarlo o saltearlo si es posible