Nada nuevo en el estilo que utiliza este filme -lanzado directamente al mercado del video hogareño- sobre apariciones espectrales que hacen contacto para clamar venganza y para “destapar” verdades ocultas. Pero al menos atrapa en su convencionalismo y tiene un férreo ritmo narrativo para no aburrir ni decaer en las sandeces que siempre surgen en este tipo de propuestas.
Daniel Myrick (director de The Blair Witch Project) toma prestado elementos de “Stir of Echoes”, algo de “What Lies Beneath”, se lo mezcla con la impronta propia de “I Know What You Did Last Summer”... se escatiman recursos y surge por lo tanto una aceptable propuesta de terror adolescente serie B cuyo temática fantasmagórica seduce bastante.

El filme funciona porque tiene una historia que no resulta tan previsible y está medianamente orquestada desde su confección manteniendo el interés hasta el desenlace, el cual me satisfizo con su factor sorpresa. Claro que la cinta tiene clichés y situaciones tópicas, pero al menos no cae en la simple estupidez de exhibir anatomías y pegar golpes de orquestas.

La película cuenta además con pasables interpretaciones de los jóvenes protagonistas, posee sugerentes paisajes campestres y boscosos que funcionan como un elemento más para incitar y sobresaltar al conseguir una atmósfera escenográfica idónea para ello.

Una pena que los pocos efectos especiales que la cinta ofrece delaten las limitaciones de presupuesto, pero no por ello mella en el resultado final: un aceptable pasatiempo sin exceso de sangre ni violencia, y ello ya tiene su mérito en el terror actual.