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España España · Barcelona
Voto de Víctor:
7
Drama Lyndsey es una soldado que lucha por volver a adaptarse a su hogar en Nueva Orleans después de sufrir una lesión traumática. Tas conocer a un mecánico de la zona, James, ambos comienzan a forjar un vínculo inesperado.
6 de noviembre de 2022
20 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Drama de corte independiente protagonizada por una excepcional Jennifer Lawrence en el debut como directora cinematográfica de Lila Neugebauer. Nos encontramos ante una conmovedora cinta que narra el proceso de recuperación y adaptación de Lynsey, una soldado norteamericana, a su hogar tras haber sufrido una lesión cerebral en combate. La trama se desarrolla en el lugar que vio nacer a Lynsey, Nueva Orleans, pero ella se siente disociada y desconectada. En su camino, encontrará a un mecánico llamado James, interpretado por Brian Tyree Henry. Este hombre también libra su propia batalla personal.

La cinta nos muestra que sanar en compañía duele menos, que una persona no tiene por qué pasar dolor sola si encuentra a una persona empática que sea capaz de desnudarse emocionalmente también. Causeway va sobre esto. En una atmósfera lúgubre y triste, Lynsey y James entablan un vínculo afectivo sanador de todas las desventuras que cada uno ha sufrido. Se encuentran así mismos en la mirada del otro. Son personajes dañados, cansados y llenos de culpas que, como imanes, buscan fervientemente conectar con otros iguales para buscar consuelo, sanar juntos y aprender a vivir sin culparse. Es realmente admirable la manera genuina en la que se construye su relación, sin sentimentalismos ni sobresaltos dramáticos hollywoodienses.

La cinta está cocinada a fuego lento. Se toma su tiempo para profundizar en los traumas de su protagonista y en cómo poco a poco Lynsey va lidiando con su condición actual. Todo ello está realizado con un sentido lógico y debidamente condensado en la corta duración del filme, aunque su ritmo lento puede no agradar a muchos espectadores. La melancólica banda sonora de Alex Somers es fantástica, al igual que la química y los diálogos entre los dos protagonistas. No obstante, se ha de decir que la narrativa es quizás demasiado sencilla y cauta, muy poco atrevida, pero capaz de mantener un climax sólido. Neugebauer le da importancia a pequeños gestos cotidianos como comerse un helado, bañarse en una piscina o viajar en coche escuchando viejas canciones de blues.

En definitiva, no es una obra sorprendente, sino modesta y delicada, que llega a lo profundo desde la austeridad. Que habla del poder de la amistad y de huir de la soledad, del autodescubrimiento y de la superación personal. La directora tiene el mérito de haber sido capaz de contar una historia de una manera lo suficientemente orgánica y convincente como para entretener al espectador y poner sobre la mesa que hay una verdadera crisis sobre la salud mental.
Víctor
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