Debo reconocer que las críticas y los premios que la precedían habían creado en mí un inusitado interés casi sin precedentes. Es de esas películas cuya visión se hace cuando menos obligada, tal es la publicidad y espectación que genera. Claro, es una de guerra, y a mí, todas las de guerra me chiflan. Desde que viera tiempo ha la magnífica Platoon he de reconocer mi debilidad hacia este género tan genuinamente cinematogáfico. Pues bien, En tierra hostil, decepciona.
Los defectos en el montaje son considerables. Determinadas escenas se realizan a una lentitud exasperante, cuando hubiera bastado la mitad de metraje e incluir solo la acción para haber solventado la papeleta. El guión, en cambio, me parece correcto. No se explaya en frases que pretendan pasar a la historia -como suele ser propio en muchos guiones de este tipo de pelis- y, en lineas generales, es efectista. A mi modo de ver, la trama se centra excesivamente en solo 3 personajes y eso le hace desaprovechar grandes posibilidades de dar una visión más global de las tropas americanas en su misión en Iraq. Los escenarios están bien conseguidos y la fotografía consigue que nos traslademos a esa zona arida del mapa de la guerra sin apenas dificultades. La realización, para no fallar, es puramente reporteril, cámara al hombro e imágenes saltarinas. Los actores están correctos, ninguno desentona, pero ninguno destaca.
En definitiva, película del montón, que dista mucho de estar a la altura de otras grandes producciones bélicas de Hollywood. Aunque, después de todo, recomiendo su visionado, pues sus más de dos horas de duración consiguen hacerse amenas.