Todo empieza en casa de los Turner. Ella es una presentadora de noticias y él es chef desde casa. Los Turner acaban de contratar una niñera joven para cuidar al nuevo miembro de la familia, Jericó. Dorothy necesita volver al trabajo, así que después de dar instrucciones a Nell, deja a los tres en la casa. Pronto nos damos cuenta que el niño es un muñeco reborn. Sean le dice a Nell que ya puede dejar de fingir y que durante el día podrá salir al centro, hacer compras o lo que quiera, que le pagará el mes entero igualmente, pero para sorpresa de Sean, Nell ni se inmuta y se marcha con el reborn. A Sean no le cae bien Nell. Un día Nell le dice a Sean que tiene que salir, y que vigile que el niño no llore…entonces, al rato, se escucha un llanto. Sean no puede creer lo que ve y llama a Julian, que se queda con la misma cara de tonto que Sean, pero cuando Dorothy ve al niño no se altera y de repente está más radiante que nunca. Sean y Julian deciden investigar, pero dejan que Dorothy se quede con el que parece su hijo, Jericó. Nell también quiere saber qué le pasó a Jericó y no cejará hasta averiguarlo. Durante los diez episodios no sabremos qué pensar. Sean y Julian intentarán arrojar algo de luz en relación a la misteriosa Nell, que parece sacada de La Semilla del Diablo o La Profecía, y no sólo ella, porque Nell nos va a presentar a parte de «su familia» y ellos tampoco están contentos, buscan respuestas y la familia -dicen- no es apta para Nell. La banda sonora y la fotografía son igual de inquietantes que la casa, los Turner y La Sirvienta; a ratos es demasiado oscura –literalmente- pero cumple con la atmósfera enrarecida en la que no sabes quién es bueno y quién no. El guion tiene buenos momentos de humor –como cuando Dorothy dice que su hermano se encargará de todo y Sean responde que Julian pesa sesenta kilos y cincuenta son de coca-. Apple confirmó una segunda temporada antes del estreno de la primera y quizás por eso el final es como es. Aún así no creo que os guste y espero que nos dé respuestas en la siguiente, porque yo me quedé con la misma cara que Sean y Julian cuando ven al niño vivo.

A pesar del final, la recomiendo.

PD: el término Sirvienta aparece en viejas novelas y películas, haciendo referencia no a niñeras ni a criadas, sino a las Sirvientas del Diablo, que trabajarán para él hasta que éste sea adulto y pueda dominar la tierra, entre las muchas referencias, está claramente La Profecía en la que se aparece la niñera que luego resulta ser la sirvienta del mal y por supuesto los perros (y con ellos uno de los muchos mitos y leyendas que dicen, que en algunas culturas, son la puerta al más allá –igual que los gatos y otros muchos). Espero que nos saquen de dudas en la segunda parte de esta historia.