Si uno va al diccionario de la R.A.E., y busca "plácido", encontrará en su definición las palabras sosegado y sin perturbación.

Aunque sea una forma un poco extraña de comenzar la crítica, he de decir que es esa placidez la que me ha transitido este film documental, la blancura de muchas de sus imágenes, el sosiego del narrador, los estilizados movimientos de cámara a la hora de mostrarnos las creaciones de Foster, todo ello transmite una paz y tranquilidad muy logradas.

El film es interesante, muestra con belleza, armonía y municiosidad las construcciones, se para a detallar las más importantes, pero desde un punto de vista armónico, y sin entrar en detalles técnicos, al mismo tiempo todo ello integrado dentro de la bigrafía del protagonista que oscila entre lo personal y profesional, que queda descrito con elegancia, en un tono lineal, sin altibajos, y ameno.

Algunos quizás puedan llegar a considerarlo demasiado complaciente con su protagonista, no puede ser de otra manera, pues es su actual esposa quien pilota este proyecto, pero ciñéndome a lo que es la obra fílmica, creo que estamos ante una película de impecable factura, de bella realización, accesible para todos, y con estilo propio.