Una más que solvente muestra del Hollywood clásico, dirigida por el notable Lewis Milestone, que en esta ocasión reune un buen reparto, con do debutantes, Douglas y Scott (esta última con una discreta carrera posterior) y dos estrellas consagradas, Stanwyck y Helfin, que aquí retomaba su carrera después de unos años sirviendo en el ejército del aire durante la segunda guerra mundial.

Se trata de una relación a 4 bandas, con una elipsis de 30 años, un crimen, y pasiones insanas donde se mezclan ambiciones, poder y pasiones aletargadas.

El film está bien rodado, con un ritmo aceptable, y aunque en no llega a ser absolutamente brillante, le falta algo de chispa, y da la impresión que la historia en que se sustenta podría haber dado para algo más, no por ello deja de seguirse con agrado, interés, y cierta emoción.