Es una película que hace pensar. Puede llegar a angustiar un poco si uno se pone en la piel de los protagonistas. Y quizá es un poco larga, pero creo que eso acentúa la idea del encierro y es algo positivo en ese sentido.

Los escenarios están bien logrados e históricamente sigue los hechos fielmente transmitiendo una España dividida en la que, para vivir, hay que agachar la cabeza. Es llamativo (pero desgraciadamente real) ver cómo había personas tan comprometidas con el régimen de Franco y acabar con los "malos" que se convertía en obsesión su persecución sin tener en cuenta los derechos humanos.

¡Qué difícil tuvo que ser vivir tantísimo tiempo oculto! Para él, para su mujer y para su hijo cuya vida se asentó en una mentira. Hubo momentos en los que me generó tensión y angustia y, finalmente, vuelve a hacer pensar en la inutilidad de las guerras y la necesidad de llegar a un entendimiento para evitar que ideas políticas dividan de modo tan violento a las personas.