Ya en 'Tora! Tora! Tora!' el director japonés Kinji Fukasaku dejó su sello personal al filmar escenas tan violentas como espectaculares. Y no es de extrañar que haya sido considerado el Sam Peckinpah nipón, (vean 'Battle Royale' y lo entenderán) porque esta pequeña joya maestra combina imágenes extremadamente violentas con otras de una belleza inusitada. El film enfrenta a su público adolescente a un modelo de violencia cinematográfica que pretende impresionar por contener una estética propia de los videojuegos, el manga y el anime. Además de ofrecernos una visión exagerada e improbable de un Japón futuro donde el ser humano se ha convertido en un ser inerte e insaciable.

Los amantes del género disfrutarán de lo lindo con 'Battle Royale', porque tiene todos esos ingredientes que les gustan. Yo en cambio, dejé clara mi postura en contra de la violencia, porque a mi tanta violencia me cansa. Pero en esta película no es todo sangre, también hay momentos para el recuerdo, el amor, la autoestima o la locura, e incluso para la inverosimilitud en las muertes de los personajes de esta desconcertante historia.

En definitiva, un film raro donde los haya que se ha convertido en toda una merecidísima película de culto.