Stanley Kubrick era hasta entonces un director totalmente desconocido, había filmado sus dos primeras obras ‘Fear and desire’ y ‘El beso del asesino’ sin éxito alguno, que serian consideradas como las películas más inferiores de su corta pero intensa filmografía. Pero a partir de ‘Atraco perfecto’ se encontraba en su mejor etapa profesional, como lo demostraría con una serie de consecutivas obras maestras (‘Senderos de gloria’, ‘Espartaco’). Stanley Kubrick se propuso adaptar la novela de Lionel White “Clean Break” con una maestría impecable y un ritmo narrativo ágil y vibrante. Una absoluta obra maestra del cine negro, del suspense y la intriga, que toca todos los elementos típicos del género.

Una espesa atmósfera noir se crea gracias a una magnífica fotografía en blanco y negro de Lucien Ballard, caracterizada por unos claroscuros muy condensados tanto en interiores como en exteriores, típicos del cine negro. El guión del propio Stanley Kubrick parece convertirse en un complejo rompecabezas para el espectador, en el que todas sus piezas encajan a la perfección y los inteligentes diálogos de Jim Thompson juegan un papel fundamental. La secuencia de los caballos corriendo en el hipódromo está filmada con gran destreza y habilidad. Su interesante, preciso y perfecto trabajo y las meticulosas interpretaciones hacen que acabes enredándote poco a poco en la trama. Un clásico inolvidable.

Una película indispensable dentro del género como dentro de la filmografía de Kubrick, como para la historia del cine.