Simpático y curioso film dirigido por el singular Terry Gilliam y escrito por Richard LaGravenese, que supuso su segundo trabajo como guionista y que cuatro años más tarde adaptaría la novela de Robert James Waller en 'Los puentes de Madison'. Sin duda, la película es un alarde y un derroche de imaginación e ingenio desbordantes cuya historia cautiva desde el principio. Sin embargo, no se como se las apaña Gilliam para fastidiarla siempre con los excesos y su pedantería barata.

Todo el peso de la película recae en las interpretaciones de Jeff Bridges, Robin Williams y una desconocida Mercedes Ruehl, que ganó el Oscar a la mejor actriz secundaria. La historia es muy original, pero la siempre confusa narración del director y un excesivo metraje hacen que la película se alargue demasiado. 'El rey pescador' es una historia sobre la búsqueda del amor, de la razón, de la amistad y del Santo Grial (que puede ser perfectamente un posible homenaje a uno de sus trabajos anteriores, 'Los caballeros de la mesa cuadrada y sus locos seguidores').

Aún así, el resultado es más que satisfactorio, entretenido y el conjunto va sobrado de fuerza y sugestión, aunque el material está bastante desaprovechado. Estupenda música de George Fenton.