Tengo que decir que tenía enormes ganas de ver esta película, pues siempre me la habían aconsejado, y había leído por aquí y por ahí que era una película cuanto menos interesante. Seguramente esta crítica no sea lo suficientemente objetiva, eso pasa cuando te creas demasiadas expectativas con algún film, algunas veces sales un poco decepcionado, pues rara vez es lo que esperas que sea.

Nada más empezar, a los diez minutos de película ya la encontraba casposa, un italianada, pensé, de esas infumables. Los actores malos no, lo siguiente. Me recordaban aquellas pelis españolas de los 80 de Eloy de la Iglesia, las cuales todas eran de temas de navajeros (El pico, colegas, la estanquera de Vallecas....) Dónde cualquier chavalín con cara de extrarradio y acento macarra valía para actor.

Pero los minutos pasaron, y cuando me quise dar cuenta la película poco a poco me había ido ganando, aunque tampoco demasiado, si que me resulto por lo menos entretenida. Y es que aunque está a años luz de otras películas de mafias, si que le encontré un lado bueno. La credibilidad que desprende en todo momento. Sin duda ese es el secreto de esta película donde no hay grandes exageraciones ni estridencias, motivos suficiente para hacer que te tragues como un chino todo el argumento.

Una película por lo menos curiosa, la cual, cinematográficamente no es nada del otro mundo, pero que entretiene gracias a un argumento y un realismo en algunas escenas totalmente creíble.