Una "remake", película homenaje tanto a "Nosferatu" de W. F. Murneau (1921), como al pintor Rembrandt (la luz horizontal en la noche, la autopsia del capitán del barco), como al expresionismo alemán (véanse los ojos de Lucy, etc.). Lo diabólico del vampiro asociado a la peste negra (y a la histeria colectiva consecuente). Una novela gótica de Bram Stoker, irlandés (1897) convertida por el cine de terror en belleza, en ritmo de contemplación, y como en la tragedia griega convoca lo bello a pesar de la muerte. Werner Herzog, un artista que lleva el cine a su máxima expresión, Klaus Kinski que convierte lo terrible en romántica poética, y la bellísima Isabelle Adjani, una "diosa" que convoca a un rapto de amor, como le sucede al mismísimo conde Drácula.