La primera tuvo un éxito arrollador a pesar de ser un bodrio soporífero, pero en vez de que los peces gordos que dirigen la corporación Disney intenten renovar y mejorar la calidad para que no sólo sean los niños quienes las pasen bien con su producto, la empeoran hasta el asco más absoluto.

Veamos, ¿Qué cosas se podrían haber mejorado de la primera?:

-Los “actores” podrían empezar a hacer lo correspondiente y no limitarse a poner caretos (en esto se lleva la palma Zac Efron aguantando la diarrea en cada escena “dramática” y la tal Ashley Tisdale que entra con gloria al olimpo de las rubias pedorras oligofrénicas).

-La historia podría ser cuanto menos entretenida y un poco más original, cualquiera que haya visto la denunciable “Camp Rock” se dará cuenta que han reutilizado el guión de ésta bazofia cambiando únicamente nombres y el escenario principal.

-La música podría tener un poco más de contenido y no ser la misma inmundicia de la primera. Todas las canciones son iguales y cuando las ponen solo provocan la risa (por lo ridículo que lucen los chavales cantando babosadas cursis) y luego la rabia (por que escuchar cada cinco minutos una variación de la canción anterior es desquiciante). Mención especial a la última canción de la película donde ya se creen estrellas de rock y todo.

Por lo demás sigue siendo el mismo subproducto olvidable, banal y aburrido no apto para mayores de 10 años (empieza a ser preocupante que a un adolescente o a un adulto le encante tan insufrible e infantiloide montón de caca).