Es el nordeste argentino, lugar donde está contextualizada la ópera prima de Juan Solanas, una de las regiones más deprimidas del país sudamericano. Esta descarnada historia, que bebe del realismo social más aguerrido, denuncia sin paliativos ni edulcorantes la adopción ilegal de infantes en las zonas más depauperadas del globo. Al margen de su indudable militancia, la película también sabe mostrase equilibrada a la hora de retratar con sensibilidad el anhelo maternal de las mujeres adoptantes. El único hándicap lo encontramos en el hecho de que Nordeste se larva demasiado lentamente, haciéndose algo cansina. Son dignas también de mención las breves apariciones de las actrices españolas Mercedes Sampietro y Goya Toledo.