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Voto de Amante del cine:
9
Drama Un fracasado aspirante a actor regresa a su ciudad natal convertido en el gigoló de una estrella en declive que promete introducirlo en el mundo del cine. Pero lo que realmente desea es recuperar el amor de su antigua novia, la hija del cacique local. (FILMAFFINITY)
14 de enero de 2012
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Richard Brooks se arriesga, una vez más, y adapta al cine, con gran respeto, una gran obra de Tennessee, adentrándonos a su tierra natal, lugar dónde el dramaturgo estadounidense ganaba toda inspiración e imaginación. Cercana a "la gata sobre el tejado del zinc" en varios aspectos, nos plasma un interesante drama sureño, mezcla de varios temas que será necesario analizar. Empezando por la maravillosa pareja estrella, Paul Newman y Geraldine Page, que nos dejan boquiabiertos con su notable actuación, pasando por las referencias, al igual que en Sunset Boulevard, a lo efímera que puede llegar a ser la fama de una gran actriz, parando vagamente en la actuación poco democrática e irracional del especial e insustituible gobernador de la región, encarnado por Ed Begley, siendo espectadores de lo sucedido en la Suite del hotel que la caprichosa señorita Lucy, al servicio del ingenuísimo gobernador, con descaro ocupa, admirando la belleza, juventud y virginidad que la amante del que será una futura estrella nos transmite, y acabando con la insensatez e inmadurez del protagonista: un dulce pájaro que aún vive en sus deseos de juventud.

Destacaría un sinfín de veces la maravillosa interpretación que hace Page del personaje de Alexandra del Lago, nos alumbra el camino de los efectos que tendrán en un futuro una vida de demasiados excesos de fama, drogas y alcohol. Dulce pájaro de juventud trata un variado repertorio de aspectos como la fama, la corrupción, la pobreza, la inmadurez, la prostitución, el egocentrismo, el amor, las irremediables ambiciones… Aspectos que hacen del filme una condensación de la vida de Williams, un tanto dura. Paulatinamente, al ir viendo estas excelentes películas, se apodera de mi una tristeza pasajera que me recuerda la finitud y temporalidad de los pocos excepcionales filmes que existen. Después de una pequeña reflexión, me doy cuenta de que todo es eterno en la medida que tu lo deseas. El cine es eterno. Del Lago es eterna. La excelencia nos sobrevivirá.
Amante del cine
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