Val Kilmer (cuya carrera ya estaba encauzada irremediablemente hacia la serie B pero su físico todavía no se había resentido tanto como lo haría años más tarde) y Christian Slater son los nombres más populares que integran el reparto de este nuevo horror dirigido por Renny Harlin, director de otras maravillas (y sí, estoy siendo sarcástico) como La isla de las cabezas cortadas (Cutthroat Island) o Deep Blue Sea.

La acción de la cinta que nos ocupa se desarrolla en una isla remota en la que un grupo de personas son entrenadas para dar caza a asesinos en serie, lo que no saben es que uno de ellos lo es y planea liquidar al resto.

¿Qué decir de una película cuyo guión (imposible) está lleno de incongruencias e imbecilidades varias? Pues poco teniendo en cuenta que tampoco las actuaciones acompañan y que lo único potable es algún giro imprevisto (básicamente alguna de las muertes) y cierto regusto por el gore al más puro estilo Saw (véase cómo se ensañan con las víctimas). Sinceramente, de no ser porque la estaba viendo con una amiga no creo que la hubiese acabado. No sin adelantar algunos pasajes…