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Voto de VICTOR LASZLO:
8
Drama Precuela de la trilogía "Heimat", que Edgar Reitz realizó para televisión en 1984, 1993 y 2004, en donde sigue la historia de Alemania en el siglo XX a través de un ficticio pueblo alemán. Ambientada en el 1842, sigue a la familia Simon en Hunsrück, que busca escapar de la pobreza y el hambre empezando una nueva vida en Brasil. Johann es el padre y trabaja como herrero, Margaret la madre, Lena la hija mayor que se ha fugado porque ... [+]
10 de noviembre de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
De vez en cuando los directores se lanzan a realizar obras mastodónticas y de duración XXL para su proyección. Algunas han pasado a la historia como “Novecento” de Bernardo Bertolucci o “Siberiada” de Andrei Konchalovsky pero con la que más similitud tiene este nuevo trabajo del alemán Edgar Reitz – en duración y trama- es la maravillosa “Los emigrantes” de Jan Troell.
“Heimat, la otra tierra” tiene varios puntos a su favor. El primero de ellos son los diez años que ha tardado su director en realizar el film que nace de su serie de cincuenta horas para televisión titulada “Heimat” (en alemán Patría). Como si de un cuaderno del rodaje se tratará, Edgar Reitz pule su idea a fuego lento, ambientándola en un pueblo ficticio de la Alemania de mediados del siglo XIX. Allí sus protagonistas conviven con la tiranía de los señores feudales, con las enfermedades, con los sueños, con la vida, la primavera, el invierno y con la muerte.
El segundo es el sueño de encontrar una vida nueva en el Nuevo Mundo en aquellos años y que hoy día aún está muy presente en pleno siglo XXI. Ese es el sueño de Jakob Simons (el protagonista) viajar a Brasil a conocer todas las aventuras que describen los libros sobre ese país tropical y tener una vida mejor.
El tercero es como está filmada la película, en blanco y negro presentando puntos de color cuando en la historia aparece algo diferente. Como si enlazara capítulos de una serie o cada vez que nos presenta a algún personaje nuevo que cambia el ritmo de la historia.
El cuarto punto es su duración, casi cuatro horas que pasan desapercibidas. Aquí su director Edgar Reitz ha trabajado como un auténtico orfebre del cine y la ha pulido como si fuera un diamante. Ha sacado de ella el brillo a pesar de lo duro y miserable de la historia que nos cuenta.
El quinto punto a su favor, es que demuestra su realizador no hacer falta efectos especiales para atraer la atención del espectador. La actuación creíble de sus actores que se meten de lleno en sus personajes, la puesta en escena y la sencillez con que te engatusa lo que está contando hace que te metas en ella de lleno.
En definitiva “Heimat, la otra tierra” es un trabajo redondo que no hay que perderse.
VICTOR LASZLO
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