Hace 2.500 años, Aristoteles escribió que cualquier historia debía tener un conflicto dramático para atrapar la atención del espectador. Si no hay conflicto, no hay historia.
El conflicto surge de las relaciones entre las personas. Para que se produzca el conflicto, las relaciones tienen que tener un desarrollo, es decir, un planteamiento, un nudo y un desenlace.

Y en esta película no hay una sola relación que tenga un desarrollo, ni siquiera la del padre con su hijo. Son todas superficiales, incoherentes y truncadas.
El padre está obsesionado con el triunfo de su hijo, pero le quiere impedir la mayor oportunidad de su vida para hacerlo. Es omnipresente en la primera mitad de la película y luego desparece. Y qué decir de absolutamente todos los demás personajes. Puedes eliminar a cada uno de ellos y no le ocurre nada a la historia, por lo tanto son prescindibles. ¿Cual es el conflicto con la madre, con el profesor inglés, con las hermanas...?

Y ya ni hablemos de todos los demás personajes en su edad adulta: la camarera que aparece y desaparece sin decir dos frases pero se lo lleva a vivir a su casa, la señora organista que también lo adopta y luego desaparece sin más explicación y la lamentable "historia" de amor con su futura mujer, sin química, sin ninguna razón aparente para que se produzca el enamoramiento, excepto su habilidad con el piano. Todo por la cara, sin justificar, sin sentido ni necesidad en la trama.

Leo que mucha gente califica de "arte" esta película y le dedica alabanzas y panegíricos. Me parece un caso más de "el traje del emperador", donde nadie quiere pasar por poco intelectual y sensible (¡por Dios, es Rachmaninoff!) para enunciar la realidad: se trata de una película mediocre, con un mal guión y una mala dirección.