Lo mejor que se puede decir de esta película es que no deja indiferente, y eso ya es punto a favor. Todo gracias a la fauna que en ella sale, cada cual peor.

Así, tenemos a un taxista, interpretado por Antonio Durán "Morris", que es, quizás, el personaje más inclasificable (aunque no me enteré de su función en la película. Carne cortada a toda velocidad, incluida). Algo que no se si es intencionado o no, pero con el bigote que llevaba el personaje que interpreta "Morris", me recordaba a un capo mexicano, y me hizo pensar que si se presentase así en el rodaje de Narcos lo fichaban seguro.

También tenemos al personaje interpretado por Miguel de Lira, que ofrece uno de los momentos más crudos e inesperados.

Por último, los frikis de la gasolinera (madre e hijo), aunque creo que son los que ofrecen la situación más rebuscada y delirante y que te sacan del realismo que pudiera tener la película hasta ese momento.

Algo que me tenía en ascuas era si los mocos del malo eran reales o de atrezzo, ya que eran de lo más realista. Aparte que te hacía sentir lastima, pese a ser un personaje tan indeseable.

En la película veo referencias, al menos me lo parecen, al cine de Tarantino en la conversación de los dos porteros del local y en la división de la historia por capítulos o a Donnie Darko con la máscara de conejo de determinado personaje.