Conozco a dos Spielbergs, seguramente existen más pero son los que mi mente lúcida encuentra: Son el Spielberg autor de obras serias que buscan o retratan situaciones reales tratados con el máximo realismo posible (Salvad al soldado Ryan, Munich, Lincoln, etc) y el autor de películas de entretenimiento de gran carga emocional (Tiburón, En busca del arca perdida, E.T, etc).

El puente de los espías pertenece al primer grupo. Grupo que comenzó con El color púrpura, se afianzó con La lista de Schindler y llegó a las más altas cotas con Salvad al soldado Ryan. A partir de ahí continuó a ese mismo nivel con Munich, Lincoln, y, este, El puente de los espías.

En el puente de los espias destaco sobretodo la ambientación, con esa fotografia de Janusz Kaminski que me traslada a la época en la que se sitúa la película y la forma tan clásica de contárnosla, parándose en los detalles y sustituyendo el montaje alborotado por la tensión dramática más propia de un cine que ya no se hace, ejemplo: El primer y último tramo de la película. Otro detalle de ese clasicismo está en las interpretaciones de Tom Hanks (James Donovan), ese abogado, buen padre de familia y buenísima persona, propio del cine de Capra o Ford y en los que puede verse reflejado James Stewart, Henry Fonda pero sobretodo el Gregory Peck de Matar un ruiseñor, y de Jack Rylance (Rudolf Abel) como es espía ruso atrapado en suelo americano y que el personaje de Tom Hanks tendrá que defender y que ya es uno de los mejores personajes del año.

No se si no supiera que el guión estaba escrito por los Coen, aparte de por Matt Charman que ni idea de quien es, si me daría cuenta de donde están sus manos. Una vez sabido esto creo poder deducir su parte en momentos como los de la familia de Rudolf o el robo del abrigo a Donovan en la zona oriental del muro.

Se comentó que pone al bloque comunista como malos (asesinatos a los que intentan saltar el muro, cárceles mugrientas donde tienen a los prisioneros amerícanos, etc) mientras que los americanos tienen a su prisionero al más puro estilo balneario, donde el tío incluso puede relajarse con su afición favorita que es la pintura. pero no creo que esto sea así, más bien creo que retrata la hipocresía americana que se cree el ombligo del mundo y puede convertir en villano a un hombre bueno que solo hace su trabajo para poco después transformarlo en héroe olvidando que poco antes pedían su cabeza.